MADRID, 21 Jul. (EUROPA PRESS) -
Hace 45 años el hombre hizo historia, y lo hizo con una huella imborrable, imperecedera, y que aún permanece en su sitio exacto. Se recuerda así aquel primer paso que dio Neil Armstrong en la Luna y con el que situó al hombre en lo más alto de toda su toda su existencia.
Fue en el año 1969, un milagro desde el punto de vista tecnológico, e impensable que pudiera lograrlo la NASA. La Agencia Espacial Norteamericana se revolucionó en apenas diez años, y gracias al aumento del prespuesto para misiones espaciales que logró el presidente John F. Kennedy, el hombre conquistó el espacio como lo había soñado Julio Verne.
Lo más importante para lograrlo fue la tripulación, y obtener el permiso de Jenaro Gajardo Vera. Tres astronautas fueron los afortunados que visitaron el único satélite de la Tierra: Neil Armstrong, Michael Collins y Buzz Aldrin.
El viaje, de una precisión milimétrica, se diseñó al detalle. La nave (un cohete Saturno V), partió desde Cabo Cañaveral el 16 de julio de 1969. Los primeros motores en desprenderse lo hicieron a los 160 segundos de despegar por quedarse sin combustible, los segundos, a los nueve minutos.
Una vez alcanzó el espacio y abandonó la gravedad, orbitó alrededor de la Tierra mientras calibraba sus instrumentos y se impulsó durante tres días a 45.000 km/h hasta alcanzar su objetivo, la Luna. Desde aquí, Aldrin y Armstrong bajaron en el Eagle un 20 de julio de 1969.
Se fijó el Módulo lunar, y tras apenas 8 horas y media de trabajo, abandonaban la conquista más importante del hombre. Durante la vuelta y debido al mal tiempo previsto en la zona de aterrizaje en la Tierra, se tuvieron que desviar hacia el sur de Hawái, donde les recogió el USS Hornet.
La misión Apollo 11 retornó el 24 de julio a casa, y su triunfo fue tal que 10 hombres más les imitaron en su viaje hacia lo imposible. La última misión lunar de este tipo fue en 1972, y desde entonces nadie ha vuelto a pisar la Luna. El próximo objetivo es Marte, y solo es cuestión de tiempo lograr un nuevo hito en la conquista espacial.