Bermúdez de Castro ingresa en la RAE con recuerdo a las mujeres: "Es lamentable prescindir de la mitad del talento"

Archivo - El paleoatropólogo y codirector del yacimiento de Atapuerca, José María Bermúdez de Castro
Archivo - El paleoatropólogo y codirector del yacimiento de Atapuerca, José María Bermúdez de Castro - UIMP - Archivo
Publicado: domingo, 9 octubre 2022 20:40

MADRID 9 Oct. (EUROPA PRESS) -

El paleoantropólogo y biólogo José María Bermúdez de Castro ha ingresado este domingo 9 de octubre en la Real Academia Española para ocupar la silla K, vacante desde el fallecimiento de Federico Corriente el 16 de junio de 2020, con un discurso en el que ha tenido un recuerdo para la ausencia de mujeres que soportó la institución durante varios años.

"No está de más indicar que Carmen Conde accedió a la silla K nada menos que 266 años después de la creación de esta institución. Es muy lamentable que durante varios miles de años y prácticamente en todos los rincones de nuestro planeta, nosotros, los hombres, hayamos prescindido de la mitad del talento que atesora la humanidad", ha señalado durante su intervención.

Con un discurso bajo el título 'Naturaleza, cultura y evolución', Bermúdez de Castro ha recibido la bienvenida en nombre de la corporación el académico y vicedirector de la RAE José Manuel Sánchez Ron en un acto celebrado en el salón de actos de la institución encabezada por Santiago Muñoz Machado.

El Pleno de la Real Academia Española eligió como académico a José María Bermúdez de Castro en la sesión del 16 de diciembre de 2021. Su candidatura fue presentada por los académicos Carmen Iglesias, José Manuel Sánchez Ron y Pedro García Barreno.

"Me siento en deuda con ellos y con todos los demás miembros de esta institución, que llegasteis a valorar mis méritos como suficientes para tener el honor de pertenecer a la Casa de la lengua española; sin duda, el mayor tesoro del que podemos sentirnos orgullosos", ha apuntado.

El paleoantropólogo ha tenido palabras en su discurso también para recordar que "no existe tanta distancia ni física ni cultural entre los diferentes pueblos que se asoman al Mediterráneo, por mucho que se quiera diferenciar el mundo de oriente del mundo de occidente".

"Los seres humanos, cómo no, tenemos nuestro propio nicho ecológico. Podríamos hacer una larga lista de los rasgos biológicos que determinan nuestro papel en los ecosistemas terrestres.

Pero uno de esos factores, la cultura, es predominante sobre todos los demás. Definir la cultura o, más bien, encontrar un significado que sea del agrado de todo el mundo es tarea casi imposible", ha apuntado.

En todo momento ha reiterado que su discurso no está "alineado en modo alguno" con el llamado determinismo biológico o genético, tesis que "aboca a aceptar sin remedio la tiranía de los genes". "Llevado a sus planteamientos más extremos, el determinismo biológico justifica el racismo, la superioridad de unos individuos sobre otros, la exención de responsabilidad en las acciones humanas e, incluso, al convencimiento de la superioridad masculina", ha alertado el nuevo académico.

"Me preocupa, no obstante, que de la aceptación de un determinismo biológico a ultranza pasemos al límite opuesto y rechacemos o minimicemos el papel del ADN en el ser humano. Nuestras adaptaciones biológicas, que no son pocas, son imprescindibles para la vida pese a que no reparemos en ellas", ha concluido en su intervención.

José María Bermúdez de Castro (Madrid, 1952) estudió Ciencias Biológicas en la Universidad Complutense de Madrid (UCM). Licenciado y doctor en Biología por la UCM, también fue profesor en el mismo centro (1982-1990), así como en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) desde 1999.

Actualmente ejerce como coordinador del Programa de Paleobiología del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH), es profesor honorario del University College de Londres y covicepresidente de la Fundación Atapuerca. Es académico correspondiente de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Galicia, y en 2010 fue nombrado doctor honoris causa por la Universidad de Burgos.