VALLADOLID 2 Sep. (EUROPA PRESS) -
La Casa Revilla de Valladolid mostrará desde mañana, 3 de septiembre, 81 clichés originales de postales y sus reproducciones fotográficas de la ciudad a principios del Siglo XX del fototipista Josep Thomas, que fueron adquiridas hace unos meses por la Fundaicón Municipal de Cultura.
Según han informado fuentes de la FMC en un comunicado recogido por Europa Press, los negativos se han restaurado y digitalizado para ser presentados en la sala. Las imágenes son de las calles, monumentos y edificios de Valladolid, incluidos algunos ya desaparecidos, como es el caso de la antigua Academia de Caballería.
Se trata de una colección de fotografías que, "a la vez que muestra un tiempo especialmente interesante en Valladolid entre 1910 y 1915, pone en contacto con uno de los fenómenos culturales más sorprendentes del siglo XX como fue la tarjeta postal ilustrada".
Los clichés originales fueron adquiridos hace unos meses por la Fundación Municipal de Cultura a un viejo anticuario y forman parte de una colección de clichés originales de los fondos de la colección postal del fototipista Josep Thomas.
Según el comunicado, el coleccionismo de tarjetas postales fue "el auténtico motor de una actividad que llegó a alcanzar cifras realmente sorprendentes". Se calcula que en el año 1903 circulaban mil millones de postales por todo el mundo. En España Hauser y Menet producían en 1902 más de seis millones de ejemplares anuales.
En el año 1880 Josep Thomás i Vila fundó la Fototipia Thomas y hacia 1901 empezó su actividad en este sector. Tras la muerte del fundador en 1910 continuaron con el negocio familiar sus dos hijos, convirtiéndolo, hacia 1915, en una de los mayores productores de postales de España. La mayoría de las tarjetas impresas con estos negativos pertenecen a la serie A de su catálogo, que está compuesta por vistas y monumentos de ciudades españolas.
Las series de fotografías dedicadas a Valladolid por la Fototipia Thomas esta realizada entre los años 1910 y 1915, si bien la producción de algunas postales pudo hacerse más tarde. "Desgraciadamente desconocemos el nombre del fotógrafo o fotógrafos que tomaron estas imágenes", han apuntado.
La primera serie vallisoletana va desde el número 708 hasta el 768, sesenta postales dedicadas a lugares y monumentos emblemáticos de la ciudad, una especie de guía de qué ver y qué visitar. Los negativos de esta serie son materiales de trabajo del proceso de fabricación de las postales, que muestran el característico "enmascarado" del cielo con una sustancia opaca de color naranja, lo que hace que los cielos aparezcan blancos y sin nubes en el positivo.
En una segunda serie, desde número 4490 al 4520, encontramos otro bloque dedicado a la antigua Academia de Caballería, cuyo edificio desaparecería pocos años después de realizarse el reportaje a causa de un incendio acaecido en octubre de 1915. Con estas 30 imágenes se elaboró una tirada de postales, más reducida que la anterior, cuyo origen pudo ser un encargo de la propia Academia de Caballería, un hecho habitual en la época.
"Estas imágenes nos colocan ante el abismo que supone el paso tiempo, casi cien años en los que muchos de estos lugares han cambiado profundamente o simplemente han desaparecido", han recordado desde la Fundación.