VALENCIA 29 Dic. (EUROPA PRESS) -
El deán de la Catedral de Valencia, Juan Pérez Navarro, bendecirá el próximo jueves, 1 de enero, la primera réplica que se hace del icono de la Virgen María que llevaba el rey Jaime I en sus batallas y con el que entró en la capital valenciana, tras reconquistarla en 1238. El icono original fue destruido en el incendio de la Catedral durante la persecución religiosa de 1936, informaron hoy fuentes del Arzobispado en un comunicado.
La bendición de la réplica, obra de la iconógrafa María Dolores Ferrer, tendrá lugar durante la celebración de la misa de las 12 del mediodía y posteriormente quedará instalada en la capilla de la Virgen del Puig de la Seo. Igualmente, en la ceremonia se pronunciará una hermosa plegaria bizantina propia para estas ocasiones
La imagen ha sido sufragada por la Fundación Jaume II el Just dentro de los actos conmemorativos del VIII Centenario del nacimiento de Jaime I. La obra original había sido depositada por Jaime I en el lugar donde se alza hoy el altar mayor de la Catedral, para la primera misa en la ciudad nada más tomarla, según la propia autora.
El icono original reproducido ahora, se llamaba 'Nuestra Señora de la Seo'. Además, explicaron que la documentación obtenida por la iconógrafa, y representaba una escena "elegante y sobria" de la Virgen María, que vestía manto sobre túnica clara, llevando al Niño en su brazo izquierdo a quien señalaba con su brazo derecho, simbolizando que 'Él es el camino'.
El original era una pintura bizantina sobre tabla dorada, de 60 centímetros de alto por otros 48 de ancho, como recogen diversos libros, documentos e historiadores" que la autora ha investigado, entre ellos, el Marqués de Lozoya, Sanchis Sivera y Berenguer Llopis así como textos
El icono está pintado al temple de huevo sobre fondo dorado y repite los rasgos y gestos de la Virgen Portaírissa (portera o de la puerta), llamada así porque, según una tradición, llegó a los acantilados del monte Athos después de la persecución iconoclasta, en el siglo XI y, milagrosamente, quiso permanecer junto a la puerta del monasterio de Vieron, según Sancho.
La Virgen viste el manto púrpura y los puños propios de la emperatriz o Basilissa, mientras que Jesús lleva la túnica resplandeciente de la divinidad y el libro con la Buena Noticia, ha añadido. Además, "el icono tiene la particularidad de que el Hijo bendice a la Madre uniendo dos dedos como signo de su doble naturaleza divina y humana, mientras que con los otros tres dedos evoca la Santísima Trinidad". Por su parte, la Madre no lleva al Niño con las dos manos, "sino que levanta su derecha a modo de saludo", precisaron.
El proceso de elaboración del icono, que ha contado con las mismas características técnicas y dimensiones que el original, se prolongó a lo largo de tres meses.
María Dolores Ferrer Castelló nació en Jaén en 1948, inició los estudios de dibujo, técnicas de pintura y repujado en su ciudad natal. Se especializó en iconografía, bajo la tutela de Anastasio Martínez de Cuenca, y completó su formación en técnicas de dorado al agua y policromía en Valencia hace 17 años en el taller de Francisco Berdonces.
Ferrer ha realizado exposiciones en Granada, Jaén, Ibiza, Mallorca, Alicante, Teruel y Valencia y colabora con la comisión diocesana de ecumenismo del arzobispado de Valencia. La artista ha donado varios de sus iconos a la iglesia ortodoxa rumana, al colegio de los Padres Agustinos de Valencia, a la parroquia de la Natividad de Burjassot así como a diversas fundaciones y entidades.