MADRID, 24 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Defensor del Pueblo ha afirmado que cabe esperar que en futuras ediciones del Bono Cultural la regulación actual "permita garantizar la mayor inclusión posible" en el acceso a estos bienes de los jóvenes con discapacidad.
En su informe anual, al que ha tenido acceso Europa Press, se recuerda que ya con la primera edición del Bono Cultural la institución liderada por Ángel Gabilondo incidía en la finalidad de esta ayuda de "facilitar el acceso universal y diversificado" de las personas jóvenes a la cultura.
Esta petición se producía a propósito de la dificultad en el acceso de los jóvenes con discapacidad a algunos de los productos y servicios que ofrece, de manera que se tuviera en cuenta en posteriores convocatorias para "garantizar su inclusión e igualdad de oportunidades".
No obstante, en su actual informe se recoge que el Ministerio de Cultura puso de manifiesto que las opciones de esta ayuda "no incluyen los instrumentos a través de los cuales se produce el consumo cultural".
En el apartado cultural, el Defensor del Pueblo ha puesto el foco también en el acceso de las personas con discapacidad a los bienes históricos y culturales. En este sentido, ya el año anterior Cultura aceptó en la compra de la entrada en línea de los museos que la condición de discapacidad diese acceso a la entrada gratuita.
Sin embargo, el informe destaca que Patrimonio Nacional no aceptó la sugerencia para la extensión de este registro a otros colectivos con derecho a gratuidad. Según la institución, este rechazo se fundamenta "en la ausencia de un carácter permanente en la condición que da derecho a la gratuidad de otros colectivos", así como en la falta de medios personales y técnicos para la comprobación previa del derecho en cada solicitud.
Por último, ha habido otra actuación de oficio que llevó a cabo el Defensor del Pueblo en relación con las condiciones de conservación de la colección de fotografías del fondo Jean Laurent, parte de los fondos de Patrimonio Fotográfico, y de una colección procedente del Archivo del Conde de Manila, que se conservan en el Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE).
En este caso, la Administración cultural reconoció el deterioro de estos fondos, originado en 2022 por un cambio en la climatización del edificio. Además, el instituto indicó la existencia de un grupo interdisciplinar que realiza "un seguimiento constante" de las condiciones climáticas de los espacios de depósito, así como de las medidas adoptadas para asegurar la correcta conservación de estos bienes.