La declaración afecta a quince santuarios de la cornisa cantábrica que albergan muestras de arte parietal del Paleolítico
BILBAO, 7 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Conferencia del Comité del Patrimonio Mundial de la UNESCO reunida en Québec declaró hoy a las cuevas de Santimamiñe (Kortezubi), Ekain (Deba-Zestoa) y Altxerri (Aia) Patrimonio Mundial de la Humanidad, junto a otros doce santuarios de arte rupestre de la Cornisa Cantábrica.
Según informó el Gobierno vasco en un comunicado, esta candidatura ha sido promovida conjuntamente con los ejecutivos autónomos de Cantabria y Asturias, y reunía a las cuevas más representativas del arte parietal paleolítico del área cantábrica, a modo de ampliación de la declaración de la Cueva de Altamira, conseguida en 1985. La 32ª Conferencia del Comité del Patrimonio Mundial de la UNESCO se está celebrando en Québec del 2 al 10 de julio
El Gobierno vasco, junto a los gobiernos de Cantabria y Asturias, inició hace dos años el proceso que ha conducido a la actual declaración, en un trabajo conjunto para la extensión de anterior declaración de patrimonio de la humanidad circunscrita al yacimiento de Altamira al conjunto de los yacimientos de la cornisa cantábrica de similares características, dentro de la filosofía actual de la UNESCO que valora especialmente la puesta en contexto de los elementos declarados Patrimonio de la Humanidad, más aún cuando todos estos elementos forman parte de una misma expresión cultural humana.
El pasado verano Jean Clottes, comisionado por la UNESCO, la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, visitó los santuarios del arte rupestre de la cornisa cantábrica, en nuestro caso visitó personalmente Ekain y Santimamiñe y recibió información sobre Altxerri, con el fin de dictaminar sobre la propuesta presentada de cara a la realización del preceptivo informe para su designación como Patrimonio de la Humanidad. Finalmente la propuesta trabajada por los gobiernos de Euskadi, Cantabria y Asturias fue aprobada esta tarde en Québec.
El viceconsejero de Cultura, Juventud y Deportes, Gurutz Larrañaga, subrayó la importancia de la declaración de Patrimonio de la Humanidad, por lo que supone de reconocimiento para los bienes culturales, en este caso las cuevas con arte rupestre del área cantábrica, de tal modo que Altxerri, Ekain y Santimamiñe se sitúan por sus propios valores en un marco mundial, con la correspondiente trascendencia desde el punto de vista cultural y turístico.
En este sentido, recordó lo ocurrido con el Puente de Bizkaia, el llamado puente colgante, primer monumento vasco que recibió la distinción de la UNESCO y que forma parte de los circuitos culturales y turísticos a nivel internacional desde que hace dos años alcanzó la categoría de Patrimonio de la humanidad.
Si bien las cuevas de Santimamiñe, Ekain y Altxerri se encuentran cerradas al público dentro de los programas de protección y conservación de las pinturas, en el caso de Santimamiñe desde la pasada primavera existe la posibilidad de realizar la visita virtual, tras el programa desarrollado por la Diputación Foral de Bizkaia. Y en cuanto a la cueva de Ekain, se están ultimando las obras para la apertura al público de la réplica Ekain Berri, construida a escasa distancia de la cueva original, promovida por el Gobierno vasco y la Diputación Foral de Gipuzkoa.