Expo 2008.- La escultura 'El Alma del Ebro', obra de Jaume Plensa, se encuentra ya en la plaza central del recinto

Actualizado: martes, 6 mayo 2008 16:10

ZARAGOZA 6 May. (EUROPA PRESS) -

La escultura 'El Alma del Ebro', obra del artista catalán Jaume Plensa, se encuentra ya instalada en la plaza central del recinto de la Exposición Internacional Zaragoza 2008. Dicha plaza está ubicada entre el Pabellón Puente y el Palacio de Congresos.

El director adjunto de Operaciones y Contenidos de la Muestra, Francisco Pellicer, afirmó hoy en rueda de prensa que "sólo quedan por pintar las letras que constituyen 'El Alma del Ebro', por lo que, su terminación es una cuestión de semanas".

La escultura 'El Alma del Ebro', que representa a un hombre en posición fetal, cuyo cuerpo está formado por una retícula metálica de letras, es una de las obras más simbólicas de la Muestra. Ha hecho falta un año entero de trabajo para montar esta gran escultura, de 11 metros de altura y 8 metros de anchura.

El cuerpo humano representado, en el que podrán penetrar los visitantes, ha sido siempre uno de los iconos favoritos de Jaume Plensa. El artista explicó hoy que "cuando me invitaron para participar en la Expo me pareció una experiencia muy interesante porque el cuerpo humano tiene un 70 por ciento de agua. Además, he establecido un paralelismo entre el cuerpo que alberga la fragilidad del alma, y el agua, escaso, raro, también frágil".

El director adjunto de Operaciones y Contenidos de Expo 2008, Francisco Pellicer, resaltó que se sintió "como envuelto en esa malla que no sólo es material sino espiritual al estar rodeado de letras que son conceptos. De ella, nace un sentido común identitario en el que, el hombre, está en el centro de la obra, de la vida".

Plensa añadió que "'El Alma del Ebro' ofrece una invitación al recogimiento, a la interioridad de la que se aparta nuestra sociedad, cada vez más fascinada por el exterior. Además, la célula que constituye la obra, es una metáfora de aquella sociedad, en la que las letras dispuestas en un conjunto, se convierten en un homenaje a los textos que nos ayudan a formarnos como personas".

DETALLES DE LA COMPOSICIÓN.

Para realizar esta obra se construyó una retícula metálica, a partir de las maquetas del artista, que cumple una función de molde y de apoyo para las letras de acero inoxidable, que se han soldado entre sí con cordones en ambos lados.

Además, Francisco Pellicer indicó que "esta retícula sirve para evitar deformaciones en el momento de la fragmentación de la obra para su transporte ya que será desmontada la retícula para poder arenar la pieza y darle las correspondientes capas de pintura para su acabado final".

Las letras compuestas de acero inoxidable han sido cortadas con láser, tienen una altura de 635 milímetros, con un grosor que varia entre los 15 y los 30 milímetros.