MADRID, 27 Feb. (EUROPA PRESS) -
John Banville afirma sentirse alguien diferente cada vez que habla con una persona. Por ello, un día decidió desdoblar su impulso literario a través de dos nombres: el suyo propio, con el que firma sus narraciones, y Benjamin Black, con el que un día se adentró en la novela negra y al que recurre esta vez para el libro 'La rubia de ojos negros' (Alfaguara), que llega ahora a España.
Según ha revelado el autor este jueves durante una entrevista concedida a Europa Press, un día su agente le ofreció continuar con Philip Marlowe, el personaje que el escritor Raymond Chandler había popularizado a mediados de los años 40, una tarea para la que tuvo "libertad absoluta" y que se materializó en esta obra.
En ella, Marlowe recibe la visita de una mujer joven, rubia y elegante, Clare Cavendish, heredera de un emporio de perfumes que pretende encontrar a su antiguo amante, un hombre llamado Nico Peterson.
Su objetivo en este libro fue "escribir un buen libro, fiel al espíritu de Chandler", y aunque en un principio quiso acercar este personaje al presente, finalmente lo situó a mediados del siglo pasado. "Si algo no está roto, ¿por qué arreglarlo?", señala Banville, en referencia a un dicho inglés.
Banville (Wexford, Irlanda, 1945) posee multitud de premios (Booker y Franz Kafka, entre otros), y novelas como 'El mar', 'El intocable', 'Eclipse' o 'Imposturas' han sido elogiadas por la crítica literaria.
La decisión de adoptar otro nombre para escribir novela negra tuvo un motivo: "Quería dejar claro que esto no era ninguna broma", afirma el escritor, quien defiende que, como ocurre en todos los casos, la calidad no depende del género. "Algunos de los mejores libros del siglo pasado han sido precisamente novelas negras", argumenta.
En este sentido, confiesa que tiene una petición que hacer: "Mi deseo es que las estanterías de todas las librerías tuvieran simplemente los libros separados por orden alfabético. Todo se mezcla, da igual si es geografía, historia o unas cartas".
"Cuando mi mujer y yo compramos nuestro primer lavaplatos, las instrucciones estaban escritas en un inglés precioso: claro, preciso y bien redactado. Puedes encontrar buena escritura en cualquier lado", añade.
ALEJARSE DE LA REALIDAD
Para Banville, hoy en día la novela negra y las series de detectives se han convertido en algo muy violento, "todas comienzan con alguna violación de una chica joven". Esto ocurre, a su juicio, porque la violencia que experimentan las personas es de "un nivel muy bajo, de poco interés".
Preguntado por el daño que esta exageración puede hacer al género, el autor de 'La rubia de ojos negros' cree que parece que ha de haber algo nuevo. "Ahora le toca el turno al asesinato de mujeres y la próxima fase podría ser el asesinato de niños, porque siempre tiene que haber algo peor. Esto no es una buena idea, no podemos seguir dando vueltas para hacerlo más extremo cada vez. Llegaremos a un punto en el que la ficción no tendrá ninguna relación con la vida real", reflexiona.
En cambio, el personaje de la novela que ahora presenta es "más creíble". "Aunque Marlowe es un personaje fantástico, vive en un mundo realista. Esas novelas tan complejas que parecen un crucigrama no me interesan", incide.
Respecto al 'boom' de la literatura negra nórdica, Banville opina que esto "tiene que ver con un ingrediente vital de la novela negra, que es el aspecto acogedor". "No hay nada más acogedor que un país nórdico, esa gente con sus abrigos gordos con pieles. Los escandinavos nos parecen tan inescrutables --como los japoneses hasta hace poco--. Han estado viviendo en una sociedad de bienestar social durante tanto tiempo que ya son diferentes a nosotros", argumenta el escritor.