MADRID 3 Oct. (EUROPA PRESS) -
Jorge Ribalta, galardonado este jueves con el Premio Nacional de Fotografía, ha abogado por la "ética" de la imagen al fotografiar a los fallecidos en algún suceso trágico, como la imagen del niño sirio ahogado en una playa de Turquía en 2015 debido al conflicto en Oriente Medio.
"Quizá no es lo más ético utilizar las imágenes de los que no tienen voz. Hay que ser sensible a las relaciones de poder que establece una imagen y hay que ser respetuoso con los diferentes agentes que intervienen en la imagen, el fotógrafo, el medio, el representado", ha asegurado Ribalta, en declaraciones a Europa Press.
En este sentido, el experto ha insistido en que "la fotografía no es solamente del fotógrafo" y ha cuestionado la razón por la cual "tiene que prevalecer la libertad del fotógrafo sobre la del representado o la del medio". "La fotografía es una especie de colaboración donde los agentes implicados tienen que estar de acuerdo", ha recalcado.
"¿Es necesario fotografiar a niños en playas muertos para que se entienda el mal que supone una guerra? En mi opinión no", ha reafirmado.
Por otro lado, Ribalta ha señalado que la edad de oro del fotoperiodismo "ya ha pasado", pero en cambio la fotografía "tiene un lugar que nunca ha tenido históricamente" en la actualidad, gracias al sistema artístico y a los museos. "La gran revolución de la cultura digital que transforma la fotografía no es tanto Photoshop, sino las redes sociales, que evidentemente cambian el papel histórico de la prensa", ha comentado.
Durante la entrevista, el fotógrafo ha defendido la necesidad de preservar la fotografía como idea documental, algo que cree que es la gran aportación de la fotografía a la cultura moderna. "La nueva hegemonía de la fotografía pone en cuestión el legado de la idea documental y de la cultura documental, que es un poco lo que yo defiendo", ha afirmado.
En relación con el premio, Ribalta ha asegurado que la llamada del ministro de Cultura, Ernest Urtasun, ha sido una sorpresa e interpreta el galardón como un reconocimiento a la "promesa de verdad que aporta la fotografía a la cultura artística moderna". "La fotografía no ha muerto. La tenemos que seguir defendiendo", ha reivindicado.
"Le he preguntado al ministro si era una broma o si era en serio. No es una cosa que pase a menudo y es algo que cuesta entender", ha reconocido.