MADRID, 25 Mar. (EUROPA PRESS - David Gallardo) -
El británico Robbie Williams (Staffordshire, 1974) actúa este miércoles en el BarclayCard Center de Madrid, primera parada de una nueva gira que continuará el viernes en el Palau Sant Jordi de Barcelona. Ambas citas con las 33.000 entradas agotadas desde hace semanas (a pesar de que los precios no son precisamente los más populares que se recuerdan).
Es este dato irrefutable el que constata que Robbie mantiene intacto su tirón popular, a pesar de que están relativamente lejos sus años de éxitos encadenados uno detrás de otro con pasmosa facilidad. Y es que su más reciente álbum, Under the Radar 1, es un compendio de rarezas y caras-b que ha pasado sin pena ni gloria por nuestras vidas. ¿Y qué?
Echando la vista atrás, no cuesta en demasía recordar al menos un par de temas del ex Take That radiados hasta el límite de lo soportable en emisores de todo el mundo conocido, algo que, lógicamente, termina dejando un poso perenne desde el momento en el que el público comienza a considerarte un artista clásico.
Con 41 años recién cumplidos y claramente domesticado, este ahora padre de dos hijos ha dejado atrás los excesos y su faceta de gamberro hooligan sensiblote, decidido a disfrutar de una de las trayectorias musicales más asentadas del pop británico. A continuación repasamos cinco razones por las que el bueno de Robbie tiene aún mucho que decir:
CARISMA
No era el favorito de Take That para triunfar en solitario, pues ese aparente liderazgo en la boy band recaía sobre Gary Barlow. Pero algo tenía Robbie... Posiblemente sea ese aura de chico malo más rockero que popero, pero lo cierto es que cuando los cinco focos pasaron a ser únicamente uno, fue el que mejor lo soportó. De largo. Y eso se llama carisma.
CANCIONES
Debutó en solitario con Freedom, una versión de George Michael que dejaba bien claro a quien pretendía emular y superar. Ya en su primer disco solista, aquel Life thru lens de 1997, dejó clara la línea a seguir con pelotazos como Angels, Old before I die, Let me entertain you y Lazy Days. Después siguieron enormes éxitos como Millennium, Strong, She's the One, It's only us, Rock Dj, Kids, Supreme, Let love be your energy, Eternity, Feel, Come Undone, Sexed Up, Misanderstud, Radio, Tripping, Sin Sin Sin... y más.
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TALENTO
Por descontado, todas esas canciones que comandaron las listas de éxitos de medio mundo y que, especialmente en Gran Bretaña, le convirtieron en un icono omnipresente, no habrían sido nada sin el talento necesario para defenderlas. Puede que no sea el mejor de los cantantes, pero desde luego sabe manejar sus tesituras, conoce sus limitaciones y se amolda con facilidad a diversos estilos.
LA OPCIÓN CROONER
De hecho, más allá del pop, Robbie ha demostrado interés por abrir horizontes y convertirse en un crooner clásico (le habría encantado estar en el Rat Pack de Sinatra, Dean Martin y Sammy Davis Jr, eso es así, pero por edad no pudo ser). Es una jugada inteligente para crecer junto a su público, al que con el paso de los años le gusta ver a sus semejantes vestidos elegantemente, con su chaqué y demás parafernalia de la gente mayor y de bien.
HOOLIGAN INCORREGIBLE
Pero por muy crooner que se ponga, es indudable que a lo largo de los años se ha forjado una imagen de tipo alocado, aglutinando de alguna manera todos los estereotipos del hooligan incorregible: bocazas amante de la cerveza, de las mujeres y de los excesos en general. Aunque ahora haya sentado la cabeza, recordemos que recientemente retransmitió por Twitter el nacimiento de su segundo hijo. Un demente de esos tan traviesos como inequívocamente adorables, cuya locura todavía dará que hablar, esperemos que sobre los escenarios, y esperemos que ya mismo. En Madrid y Barcelona a poder ser.