MADRID, 12 Dic. (EUROPA PRESS) -
El público madrileño ha aplaudido este domingo el regreso navideño de 'La Bohme', de Giacomo Puccini, al Teatro Real, un título que el director musical, Nicola Luisotti, ha definido como la 'Gioconda' de la ópera, un símbolo, al igual que el lienzo de Leonardo da Vinci, porque su música es única e inclasificable.
Y, al mismo tiempo, es un problema (para el resto del repertorio), tal y como señala el mismo Luisotti, porque con ella todos los teatros del mundo se llenan, como se ha llenado el coliseo madrileño que, además, ha recuperado el 100 por cien del aforo (mientras la autoridad sanitaria no dicte lo contrario).
La reacción del respetable ha sido más cálida en 2021 y contexto de pandemia que cuando se estrenó en 2017 esta coproducción con la Royal Opera House de Londres y la Lyric Opera de Chicago. Entonces no gustó demasiado un Stephen Costello, en la piel de Rodolfo, al que le faltó 'vis dramática' y en esta ocasión Michel Fabiano ha conquistado a los presentes en ese mismo papel, arrancando los primeros 'bravos' de la noche.
Tampoco recibió el beneplácito de los espectadores el montaje, a cargo de Richard Jones, por el que su colaboradora Julia Burbach tuvo que enfrentar los pitidos de las gradas, dado que el dramaturgo británico no viajó entonces a la capital española. En esta ocasión, sí lo ha hecho para dirigir los trabajos escénicos, aunque no se ha presentado ante el público al final de la función porque no es habitual cuando se trata de una reposición cuya puesta en escena ya es conocida.
En la réplica de hace cuatro años, se ha vuelto a desnudar el escenario para mostrar las entrañas de la composición. Confundiendo el tiempo real y el teatral, el patio de butacas se ha convertido en un gigantesco proscenio desde el que los espectadores espían sin rubor la compleja maquinaria del arte de la ópera. Pueden comprobar cómo se cambian los decorados, se utilizan diferentes artilugios para lograr efectos teatrales o se amontonan elementos escenográficos en las bambalinas como si fueran sueños de la memoria.
La historia arranca con una nevada en escena, presente incluso antes de que los espectadores tomen sus asientos y se ciñe a la estética del siglo XIX, en el que transcurre el libro 'Escenas de la vida bohemia', de Henri Murger (1882-1861), y en el que se basa el libreto de Giuseppe Giacosa y Luigi Illicase. Los cuatro actos transitan entre el esqueleto de una bohardilla o alrededor del tumultuoso París de hace dos siglos.
Todo ello, para narrar las aventuras y desventuras de cuatro jóvenes artistas bohemios que sortean las dificultades económicas y las inclemencias del tiempo con humor, ilusión y el "alma millonaria de sueños", buscando su lugar en un París efervescente, bullicioso e invernal hasta que la historia de amor trágica entre uno de ellos, Rodolfo, aspirante a poeta, y la sastrecilla Mim, acaba con sus sueños de juventud.
El elenco ha sido muy aplaudido, y en especial, además de Fabiano, Ermonela Jaho, como Mim, y Ruth Iniesta como Mussetta. Completaban el reparto principal Joan Martín-Royo como Schaunard, Vicen Esteve como Benoit, Lucas Meachem como Marcello, Krzystof Baczyyk como Colline y Roberto Accurso como Alcindoro. Con todos ellos, el Coro y Orquesta titulares del Teatro Real y los Pequeños Cantores de la Orcam, también ovacionados junto al maestro Luisotti.
Ya dijo el director artístico del Teatro Real, Joan Matabosch, que la cuarta ópera de Puccini va de la "fragilidad de la alegría" "A lo mejor es una obra que en estos momentos nos impacta de una manera especial", puntualizó durante la presentación el pasado viernes. El contexto sanitario también conlleva otros cambios, como el uso de mascarillas, "el signo de los tiempos", tanto entre el público, como en el tumultuoso segundo acto, tan lleno de gente como la calle Preciados en estas fechas, con coros y actores ataviados con la ya tan habitual máscara.
Al estreno de este domingo han acudido personalidades como la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís; la directora general del INAEM, Amaya de Miguel; la exministra Carmen Calvo, patrona del Teatro Real; el portavoz del Grupo Popular en el Senado, Javier Maroto; la delegada de Cultura y Turismo del Ayuntamiento de Madrid, Andrea Levy; el exministro Alberto Ruiz Gallardón, patrono del Teatro Real; o el consejero de Economía y Hacienda de la Comunidad de Madrid, Javier Fernández-Lasquetty. También han acudido José María Aznar y Ana Botella, Iñaki Gabilondo, Pedro J. Ramírez o Pablo Albarán y María Estevez. El Teatro Real ofrecerá quince funciones de 'La Bohme' hasta el próximo 4 de enero.