MADRID, 15 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Bara doblegó (78-101) este sábado al BAXI Manresa en la cuarta jornada de la Liga Endesa celebrada en el Nou Congost para seguir creciendo en sensaciones después de sus dudas iniciales este curso, mientras que el Lenovo Tenerife se mantiene invito en lo alto de la tabla después de superar (86-67) al Obradoiro.
El equipo de Sarunas Jasikevicius no vaciló ante un rival que el pasado curso le dio más de un disgusto, con la intensidad que exigía el derbi, y puso un contundente 13-30 en el primer cuarto. La efectividad azulgrana y el dominio en el rebote barrieron a un Manresa obligado a una fuerte reacción física y de acierto.
El conjunto manresano logró ese paso adelante, pero la merma fue demasiado grande ante un Bara que no se podía permitir otro paso atrás. Después de apuntarse el Clásico europeo ante el Real Madrid, el equipo de 'Saras' mantuvo su pegada aunque dejó la puerta abierta en defensa, para no ver peligrar el triunfo. Rafa Villar, del Infantil B, debutó en ACB con el primer equipo y Jokubaitis, Sanli, Abrines y Higgins terminaron con los mejores números.
Además, el Lenovo Tenerife hizo el cuatro de cuatro en un contundente partido sobre el Obradoiro, en especial con una segunda parte espectacular. Los de Txus Vidorreta recordaron su mejor versión tras el paso por vestuarios, con Shermadini (19 puntos y 27 de valoración) una vez más como líder en La Laguna, posición del equipo aurinergro en la Liga.
Mientras, el Surne Bilbao Basket encajó la primera derrota de la temporada ante un serio Coviran Granada (99-84), que iguala de hecho a los vascos con tres victorias. El recién ascendido se mostró intratable en el Palacio granadino, con un Cristiano Felicio encabezando el triunfo con 27 créditos de valoración.
Por otro lado, el Carplus Fuenlabrada logró su primera victoria, dirigido por José Luis Pichel tras la destitución esta semana de Josep María Raventós, en un duelo directo con el Real Betis (83-77). La segunda parte fue para los madrileños, con Kromah como el mejor de los suyos en un Fernando Martín que no ha perdido la fe.