MADRID, 30 Ago. (EUROPA PRESS) -
La selección española es clara favorita al primer puesto en el Grupo C del Eurobasket, aunque sabe que no puede confiarse ante la tradicional competitividad del baloncesto balcánico representada esta vez en las selecciones de Croacia y Montenegro, mientras que República Checa y Hungría pelearán por un puesto en octavos y la débil Rumanía, por salvar el tipo ante su afición.
España tuvo suerte en el sorteo del torneo y Sergio Scariolo no ha tenido reparos en reconocer que este año será más fácil asegurar un puesto en las eliminatorias, un buen inicio para el vigente campeón vistos los problemas que ha atravesado en otros torneos para solventar sus compromisos iniciales. Sin embargo, Croacia y Montenegro prometen pelea por el primer puesto que, en principio, debería asegurar un cruce más asequible en octavos de final.
El equipo croata es uno de los más afectados por las bajas, dentro de un Eurobasket plagado de ilustres ausentes, y no podrá contar con Ante Tomic, Mario Hezonja, Dontaye Draper, Damjan Rudez o Oliver Lafayette, todos ellos jugadores importantes en su pasado reciente.
Por ello, el seleccionador Aleksandar Petrovic, hermano del fallecido Drazen, tendrá que basar casi todo su caudal ofensivo en dos referentes muy claros: el ala-pívot Dario Saric, que viene de ser uno de los mejores novatos del año en la NBA, y el alero Bojan Bogdanovic, plenamente asentado en la mejor liga del mundo.
Krunoslav Simon o Marko Popovic (Montakit Fuenlabrada) también pueden liderar en momento puntuales a un equipo que cuenta con un destacado poderío físico. Con estos puntos fuertes aspira a finalizar una sequía de 22 años, desde que ganó el bronce en el Eurobasket 1995. En las últimas dos décadas, tan solo llegó a una semifinal -en el Euroabsket 2013- y ansía mejorar esa errática trayectoria.
Por su parte, Montenegro llega con ganas de reivindicarse tras caer en la primera fase del Eurobasket 2013 y quedarse fuera del Eurobasket 2015. Para ello se ha entregado a la experiencia de su veterano seleccionador Bogdan Tanjevic, que a sus 70 años cuenta con un historial prácticamente incomparable dentro de este torneo.
Pese a la ausencia de Nikola Pekovic, el juego interior es el principal arma del equipo montenegrino. La contundencia de Nikola Vucevic, líder de una franquicia NBA como Orlando Magic, y la fina versatilidad de Bojan Dubljevic, que viene de guiar al Valencia Basket a la primera Liga Endesa de su historia, aseguran puntos y Marko Todorovic cierra un sobresaliente trío interior.
En cuanto a la dirección de juego, el nacionalizado Tyrese Rice cuenta con talento de sobra, pero viene de una temporada irregular con el FC Barcelona y el club azulgrana le ha puesto en el mercado, por lo que este Eurobasket podría ser un escaparate ideal. Además, en la plantilla también figura la joven promesa del Real Madrid Dino Radoncic, de 18 años.
SATORANSKY CONTRA HANGA, PELEA POR LOS OCTAVOS
Si se cumplen los pronósticos, España y las dos selecciones balcánicas deberían asegurar su presencia en octavos y la cuarta plaza sería el objetivo de la República Checa y Hungría.
El equipo checo fue una de las revelación del Eurobasket 2015, cuando llegó a cuartos de final tras arrollar a Croacia, pero este año es otra de las selecciones muy golpeadas por las bajas. Jan Vesely optó por descansar tras ganar la Euroliga con el Fenerbahce y tampoco estarán David Jelinek, Blake Schlib O Ondrej Balvin. Por ello, el protagonismo absoluto será para Tomas Satoransky (Washington Wizards), con Patrik Auda y el sempiterno Jiri Welsch como ayudantes.
Por su parte, Hungría vuelve con ganas 18 años después de su última presencia en un Eurobasket aferrada al liderazgo de Adam Hanga, que acaba de fichar por el Barça tras su gran temporada con el Baskonia, mientras que Rumanía sacó billete como anfitriona y tiene todas las papeletas para ser colista. En sus filas destaca el joven pívot Emanuel Cate, formado en la cantera del Real Madrid y que esta temporada quiere crecer en la Leb Oro con el CB Prat.