MADRID, 31 Jul. (EUROPA PRESS) -
Uno de los focos que más deslumbraron al mundo en los Juegos Olímpicos de Barcelona'92 fue la irrupción del 'Dream Team' de Estados Unidos, el mejor equipo en la historia del baloncesto al reunir por primera vez a las estrellas de la NBA en una selección colosal liderada por Michael Jordan, 'Magic' Johnson o Larry Bird que arrolló a todos sus rivales con una facilidad pasmosa.
Charles Barkley, Larry Bird, Clyde Drexler, Patrick Ewing, Earvin 'Magic' Johnson, Michael Jordan, Karl Malone, Chris Mullin, Scottie Pippen, David Robinson, John Stockton y Christian Laettner, todos ellos al mando de Chuck Daly como entrenador principal y asistentes como con Lenny Wilkens, P.J. Carlesimo y un Mike Krzyzewski que se encargaría no hace demasiado de devolver el poderío a los NBA. Entre llos, Jordan, Ewing y Mullin ya habían sido campeones olímpicos en Los Angeles'84 ante la selección española.
Daly era el artífice de los 'Bad Boys', los Detroit Pistons ganadores de dos anillos en 1989 y 1990, pero curiosamente no citó para su selección olímpica a Isiah Thomas, el líder de aquella plantilla en Detroit. El base se llevaba mal con otras grandes estrellas de la NBA, especialmente con Michael Jordan, y siempre se ha dado por hecho que hubo veto.
Y si Thomas fue la gran ausencia, el 'cuerpo extraño' del 'Dream Team' fue Christian Laettner. El mejor jugador de la NCAA fue incluido como un guiño al baloncesto universitario, pero pasó inadvertido y posteriormente tampoco logró confirmar en la NBA todos los buenos presagios que había mostrado en la Universidad de Duke.
En 1992, el cambio de guardia en el liderazgo de la NBA ya era un hecho. Magic Johnson y Larry Bird, los grandes dominadores de la liga liderando a Lakers y Celtics en los 80, respectivamente, habían pasado el testigo a Jordan y sus Bulls, que acababan de proclamarse campeones por segundo año seguido.
De hecho, Bird lleva varios años muy maltrecho de la espalda y se retiró nada más volver a Boston con el oro olímpico, mientras que Magic solo volvió a jugar un puñado de partidos en la temporada 1995-96 antes de su retirada definitiva. 'Air' Jordan era el nuevo rey y así lo demostró en la famosa pachanga de Montecarlo, un entrenamiento en forma de partido preparado por Daly entre Este y Oeste, donde lideró la remontada de su equipo antes de decirle a Magic que había "un nuevo sheriff en la ciudad".
Todos ellos fueron nombres míticos de la mejor liga del mundo que había estado fuera de los Juegos Olímpicos hasta 1992. En 1989, la FIBA decidió que la competición olímpica se abriera a todo el mundo, en una votación favorable con un resultado de 56-13, y se abrió la 'caja de Pandora' de la que salieron los mejores jugadores del mundo rumbo a un oro olímpico que estaba cantado.
Un año antes de esa decisión, Estados Unidos se había bajado del trono olímpico en Seul'88, donde solo pudo colgarse la medalla de bronce. La Unión Soviética, con un joven Arvydas Sabonis en sus filas, cerró el paso en semifinales (82-76) a un equipo donde ya estaba David Robinson fue el único que acabó haciendo carrera de estrella en la NBA, aunque sí contaba con otros jugadores notables como Dan Majerle,
Danny Manning o Mitch Richmond.
Y la revancha cuatro años después con todas sus mejores estrellas fue espectacular, acompañado de una expectación casi nunca vista. "No creo que volvamos a mejor un equipo así. Fue majestuoso", reconoció su propio entrenador Daly tras colgarse la medalla de oro y cerrar un torneo impresionante en el que sumaron 8 victorias promediando 117.3 puntos y una diferencia de 43.8 respecto a sus rivales. Croacia fue quien más se acercó y, aún así, perdió por 32 tantos en la final (117-85).
Una de aquellas víctimas fue la selección española, que acabó novena tras completar un torneo pésimo (3-4), aunque nada se le pudo reprochar en la derrota por 81-122 frente a los mejores jugadores del planeta. Andrés Jiménez (23 puntos) y Jordi Villacampa (15) fueron los mejores de España aquel 29 de julio en el Palau de Badalona.
Estados Unidos tuvo como máximo anotador en Barcelona'92 a Barkley (18 puntos por partido) seguido por Jordan (14.9) y Malone (13). Tanta acumulación de talento provocó casos como el de John Stockton, líder en asistencias y robos en la historia de la NBA cuya importancia fue testimonial en Barcelona.
El baloncesto, y puede que ningún deporte colectivo, ha vuelto a contemplar tamaña exhibición de poderío. De hecho, años más tarde Estados Unidos no pudo más que lograr el bronce en 2004 y tuvo que pelear mucho para batir a España en las finales de 2008 (118-107) y 2012 (107-100), y por el camino no pudo dominar en los Mundiales de 2006 y 2019, conquistados por la selección española y donde ni siquiera pudo llegar a la final. Pese a que los estadounidenses se llevaron también el título olímpico en Río de Janeiro y el año pasado en Tokio, con su nueva generación de jugadores, ningún oro brilla tanto como el de 1992.