MADRID, 13 Jul. (EUROPA PRESS) -
El exjugador de la selección española de baloncesto Fernando Arcega no esconde que los medallistas de plata en Los Ángeles 1984 eran "incapaces de sospechar la repercusión y el éxito" que tuvieron, y destaca lo que significó "para unos aficionados al baloncesto" como ellos el sentarse en el mismo vestuario en el que se cambiaban cada partido con los Lakers, Karim Abdul-Jabbar y 'Magic' Johnson.
"Hay una constante en cada una de las historias que contamos, que es que éramos incapaces de sospechar la repercusión y el éxito que tuvimos cuando en España se estaba viviendo lo que se estaba viviendo", explicó Arcega en una entrevista con Europa Press en el homenaje que les tributó Renfe.
El exbaloncestista mostró su orgullo por las veces que les recuerdan por la calle a él y a sus compañeros que en 1984 estuvieron viéndoles por la televisión, y recordó el momento en el que el capitán del equipo Juan Corbalán les leyó antes de la final los telegramas que habían llegado desde España.
"Nos vimos sorprendidos porque fue un aluvión de telegramas desde España, yo creo que trasladado a estos tiempos, las redes sociales estarían ardiendo con aquello, los sistemas de comunicación entonces eran los que eran", apuntó, al tiempo que subrayó que el mejor homenaje fue el que recibieron tras regresar a España.
"Ya sospechábamos que en España se estaba generando cierta atención, pero cuando llegamos, nos dimos cuenta de la verdadera repercusión de aquello, el éxito que cosechamos, porque se sucedían los homenajes fueras donde fueras. Si jugabas un amistoso en un sitio, esa localidad se postulaba como organizador de un homenaje especial y así. Y fue muy bonito la verdad, fue una experiencia inimaginable", señaló, advirtiendo que "hay infinidad de anécdotas que algún día se deberían plasmar en algún libro".
Además del éxito cosechado, el zaragozano recuerda "la ilusión" que les el poder hacerse "una foto en el mismo lugar donde se habían sentado Karim Abdul-Jabbar o 'Magic' Johnson". "En nuestra primera visita al vestuario de los Lakers, que era el que utilizábamos en muchos de los encuentros, lo primero fue hacernos una foto precisamente ahí. Luego ya vendría lo que tuviera que venir, pero eso fue mágico", subrayó.
El exjugador explicó que fue el fisio del equipo, Paco Binaburo, el encargado de "inmortalizar este momento". "Todo nuestro banquillo estaba lleno de cámaras de fotos para aprovechar ese momento, que en una final olímpica, muy serio no es", declaró bromeando.
Para Arcega, el feudo angelino "era una de las mecas del baloncesto junto con el Boston Garden", y tiene claro que el éxito que conquistaron fue la victoria contra la Yugoslavia de Drazen Petrovic en las semifinales.
El aragonés recalcó que pese a que han transcurrido 40 años de la medalla, y, a cada uno de los compañeros la vida les ha llevado por diferentes caminos, aún les siguen uniendo "tantas horas y tantos recuerdos", y remarcó la "ilusión" que le sigue haciendo que cada uno de ellos ponga "un plus de compañerismo y lealtad" para responder a la convocatoria de forma "espectacular" y poder juntarse para revivir aquellos momentos que han compartido juntos.
El medallista olímpico considera que su generación puso "uno, dos o tres ladrillos en el muro" que ya los anteriores habían puesto, para construir las décadas doradas del baloncesto español que llegaron tras esta plata en Los Ángeles. Para Arcega, "la generación de los juniors de Rosetto marcó un hito en el baloncesto español". "Esa selección en concreto se nutrió de dos jugadores, Fernando Martín y Andrés Jiménez, que venían de una selección júnior posterior y con jugadores, alguno veterano, que ya estaban en la selección", detalló.
"Fue un cúmulo de cosas las que hizo que al final el éxito saliera, pero nosotros fuimos parte de ese momento. Nos honra pensar que aquella simiente al final fue haciendo que chicos aficionados al baloncesto empezaran unos años después y llegaran donde han llegado", puntualizó el exjugador del CAI.
Con vistas al futuro, el exbaloncestista señaló que "la gente de ahora tiene que pensar que llegaran unos después, y que su comportamiento, su actitud y todo lo demás tienen que ser pensando no en corto, sino en medio o largo plazo".
En este sentido, para el exjugador, "el baloncesto debería de reflexionar bastante" sobre el hecho de que muchos jóvenes españoles no tengan oportunidades en la Liga Endesa y se marchen a las universidades estadounidenses para ganar oportunidades.
"No es muy comprensible que en todas las categorías inferiores marquemos una pauta y sin embargo ahora se está cuestionando qué nivel puede tener la selección. Lo más importante es que los chavales sigan demostrando su categoría y la del baloncesto de España, y que en la selección, vía NBA, universidad americana o vía ACB, contemos con jugadores capaces de representarnos", resaltó.
El aragonés opina que es "clave que la punta de la pirámide no se resquebraje mucho". "Sabemos que generacionalmente pasa lo que pasa, y hay jugadores con más o menos talento en unas generaciones o en otras, pero si nos mantenemos un poquitín en esa punta de la pirámide, el trabajo que hacemos en el futuro estará bien hecho", indicó, criticando que haya "chicos con aptitudes en la Sub-16 y en el resto de categorías inferiores", pero que terminen "con 22 años sin poder jugar en la ACB". "Es muy triste", concluyó.
Andalucía
