El exjugador de la selección y el Real Madrid recibirá el Premio María de Villota en la categoría Trayectoria Deportiva
"España está en un momento de renovación; en dos o tres años, volveremos otra vez a reverdecer laureles"
MADRID, 28 Sep. (EUROPA PRESS) -
El exjugador español de baloncesto Fernando Romay ve a la selección en un momento de renovación que seguro traerá nuevos éxitos, un camino que empezó la suya hace 40 años y siguió la de un Pau Gasol que "ha sido el Michael Jordan de España".
Romay recibirá con "ilusión y orgullo" el Premio María de Villota en la categoría Trayectoria Deportiva, galardones que otorga la Ciudad de la Raqueta. "Por la admiración que tengo hacia Emilio, el Legado de María, además de muchas otras connotaciones familiares, me hace una ilusión tremenda que me lo hayan otorgado. Me hace tanta ilusión recibirlo como pudor me da recogerlo, viendo el palmarés y la gente que lo ha recibido antes que yo", confiesa en una entrevista con los organizadores, que recoge Europa Press.
Con su habitual sentido del humor, el internacional español no saca pecho de un palmarés que incluye las platas con la selección en el Europeo 1983 y los Juegos un año después, ocho veces campeón de Liga y dos de Copa de Europa con el Real Madrid. "Es una alegría enorme. El Jurado, ha emitido un fallo y, en esta ocasión, ha sido un fallo garrafal al elegirme", dice con risas.
"He tenido la suerte de tener unos compañeros muy buenos. El palmarés es fruto de tener un buen equipo. Es por eso, por lo que yo creo que hay que poner en valor el concepto de Equipo. El ir juntos a conseguir algo. Tengo que agradecerles mucho a ellos porque son ellos los que me han conseguido este palmarés y muchas cosas más que son importantes en mi vida, como forjar un carácter o sentir admiración por la gente que me rodeaba", añade.
El baloncesto enseña la importancia de estar rodeado de un buen equipo, algo bueno a tener en cuenta en la vida. "Lo que se ha perdido es el reconocimiento. Estamos en un mundo en el que creemos más en lo personal que en la valoración conjunta, pero todos sabemos que, si no vamos con alguien al lado, nunca podemos llegar muy lejos. Eso lo decía Michael Jordan: 'Si quieres llegar más rápido, ve sólo, si quieres llegar más lejos, ve en equipo'", recuerda.
Romay repasa esa gran carrera, con mención especial a la plata olímpica que "no se ha podido superar", sin olvidarse de nada, "desde el primer campeonato de España de juveniles. "Aquel equipo fue un fenómeno social. La gente se empezó a sentir orgullosa de lo que era la selección, lo que era el equipo nacional y descubrir el baloncesto. La gente iba por la calle y empezaba a botar el balón. Fue un bombazo y no sabíamos lo que estaba pasando aquí", dice.
España se medió en aquella final a alguno de los mejores jugadores de la historia, entre ellos, Michael Jordan. "Lo habíamos visto jugar antes de la final olímpica, pero no sólo a él. Estábamos concentrados en la Universidad de North Carolina y los vimos jugar. Los veías jugar contra los posters que tenías en tu casa y te asustabas. En esa selección del 84, había jugadores que han estado entre los 50 mejores de la historia de la NBA", recuerda.
Para Romay, el Jordan español está claro. "Pau Gasol, indudablemente. Nos tenemos que rendir ante el apabullante palmarés de Gasol. Es algo impresionante, pero también me quedo con muchos jugadores de mi época como Corbalán o Fernando Martín, que han supuesto mucho para nuestro baloncesto", explica, aunque su generación fue pionera en seducir a la afición española.
"Conseguimos un hito que casi ningún equipo posterior ha logrado como que el baloncesto retrasase la final de la Copa Del Rey de fútbol de aquel año, que fue la famosa entre el Real Madrid y el FC Barcelona en La Romareda. El baloncesto superó al fútbol. Eso es lo que era la selección en aquella época; la ilusión y las ganas. El baloncesto si algo tiene, es la capacidad de regenerase", afirma.
"Venimos de un equipo glorioso con los Gasol, Navarro, Felipe Reyes, y incluso estamos ahora con un equipo con jugadores como Rudy, Llul, los Hernangómez. Se van los Gasol y viene una generación que nos hace la boca agua: los Garuba, los Almansa, Aday Mara, Núñez, todos estos que vienen por detrás son nombres que no suenan mucho, pero que en breve vamos a tener con letras de oro en todo lo alto. Estamos en una época de renovación. En dos o tres años, volveremos a reverdecer laureles", añade.
Además, Romay recuerda el carácter que aprendió en el Real Madrid. "Esto es educación y es educación de equipo. Yo me acuerdo siendo júnior llegué al entrenamiento con la noticia de que el Bara había perdido un partido de liga. Llegué todo contento. Cuando entré al vestuario, un veterano, Vicente Ramos, me chista y me dice: 'Si te alegras por lo que hacen los demás y no por lo que haces tú, eres dos veces idiota. Primero haz tu trabajo y luego veras si te alegras de lo de los demás'", confiesa.
El ex de los blancos reconoce la gran pasada campaña del Madrid con Chus Mateo y valora la presente. "El Madrid está dando una lección de baloncesto, está jugando con altos como Tavares que ningún otro equipo está haciendo. Está dando además una lección de lo que es el compromiso con jugadores como Llul o Rudy. Y es, probablemente el equipo que más jugadores está sacando de la cantera para la Liga ACB", apunta.
"El Madrid no tiene límites. El límite está por debajo, en no defraudar. Ahí está la tensión. El tener contento a la gente, que es muy exigente. Este año, ya hemos empezado ganando la Supercopa", termina un Romay que, actualmente, disfruta como embajador de la Federación Española de Baloncesto (FEB), "creando valores y generando ilusiones e intentando lanzar el 3x3, que es el futuro del baloncesto".