MADRID, 16 May. (EUROPA PRESS) -
El base del Real Madrid Sergio Llull ha opinado que "no hay ningún favorito" en la Final Four que comenzará el próximo viernes en Estambul, donde se medirán en semifinales con el Fenerbahce, rival que les obligará a "jugar 40 minutos como si no hubiese un mañana" y al que "se puede ganar haciendo las cosas muy bien".
"En torneos de este tipo no hay ningún favorito y las antiguas finales te lo demuestran un poco. Somos los cuatro mejores equipos de Europa, todos tenemos nuestra opción de ganar esta Euroliga y nosotros solo tenemos en mente al Fenerbahce", dijo Llull en el día de atención a medios del Real Madrid.
El balear resaltó que deberán "controlar que las revoluciones no jueguen en contra", ya que "a veces un exceso de ganas te puede penalizar". "Sabemos el rival que tenemos delante, con un muy buen entrenador como Obradovic y seguro que van a preparar algo especial. Nosotros también lo estamos haciendo", avisó, añadiendo que al anfitrión "se le puede ganar haciendo las cosas muy bien".
"Tienen uno de los mejores equipos de la Euroliga, jugadores con mucho talento. Tuvieron un pequeño bache al principio, pero ahora llegan en su mejor momento, tienen la motivación extra de jugar en casa y la mayoría de aficionados de su parte. Va a ser complicado, pero estamos preparados", arengó.
Llull deseó que "ojalá les juegue un poco en contra esa presión de jugar en casa y que no les salgan bien las cosas", aunque reconoció que, cuando el Real Madrid estuvo en esa misma situación hace dos años, solo sirvió como ayuda.
"NO PUEDES TENER NI UN INSTANTE DE RELAJACIÓN"
"Tuvimos la experiencia de jugar en casa en Madrid 2015 y no notamos tanto esa presión, solo notamos esos empujones de la afición cuando más lo necesitamos. Tenemos que abstraernos de todo, al final somos cinco contra cinco. En Madrid era un poco especial porque la jugábamos en casa y teníamos una pequeña ventaja", reconoció.
Además, el base recordó que se han clasificado para "cuatro de las últimas cinco Final Four", algo que "parece fácil pero no lo es". "Cuando la ganamos en 2015 llevábamos 20 años sin ganarla. Hay que valorar el trabajo del cuerpo técnico y de los jugadores y ahora darlo todo para ganar", destacó.
Comentando esos precedentes, el internacional español subrayó que "la experiencia previa te enseña que nadie te regala nada en este tipo de partidos" y que "no puedes tener ni un instante de relajación, ni un despiste", sino que "tienes que jugar 40 minutos como si no hubiese un mañana, muy intensos, para lograr el pase a la final".
"No sé si voy a ser el mejor o no, pero voy a salir al campo igual, a darlo todo, a ayudar a mis compañeros en lo que pueda y a conseguir el objetivo colectivo, que es ganar la Décima. Los premios individuales no importan si no consigues los colectivos", zanjó, cuando se le preguntó por sus opciones de lograr el MVP.