MADRID, 18 May. (EUROPA PRESS) -
El entrenador del Real Madrid de baloncesto, Pablo Laso, disputará este jueves su séptima 'Final a Cuatro' de la Euroliga con la esperanza, primero, de alcanzar su quinta final, y, posteriormente, de sumar su tercer título tras los conquistados en 2015 y 2018.
El vitoriano aterrizó en el conjunto madridista en el verano de 2011 y falló en su primer intento de llevar al equipo a la 'F4', sin ni siquiera poder alcanzar los 'playoffs', lo que sí logró en su segunda campaña.
En la temporada 2012-2013, en el O2 de Londres, el equipo madrileño se deshizo precisamente en las semifinales de su gran rival, el FC Barcelona, por 67-74, gracias a un gran cuarto final (16-26), y en la final le tocó lidiar con el Olympiacos griego, que había dado la sorpresa al batir al CSKA.
Los madridistas firmaron un gran inicio de partido (10-27), pero el experimentado conjunto de El Pireo, con mucha intensidad y con Vassilis Spanoulis a los mandos, se rehizo para terminar ganando con 'comodidad' por 100-88.
Sin embargo, el exbase fue capaz de repetir presencia en la 'F4' al año siguiente, aunque volvería a sufrir otro disgusto pese a que en el Mediolanum Forum de Milán (Italia) el Real Madrid dejaría una exhibición en las semifinales ante el FC Barcelona, arrollado totalmente por el vendaval ofensivo merengue (62-100).
En la final esperaba el Maccabi israelí, su gran rival, por la cantidad de enfrentamientos, del baloncesto continental, y el equipo madridista repitió la historia del año anterior. Volvió a tener el mando por encima de los diez puntos, pero no pudo contener la reacción macabea, liderada por Tyrese Rice (26 puntos). El conjunto de Laso se aferró a una prórroga, pero ahí el base estadounidense le destrozó para caer por 98-86.
Pablo Laso hizo bueno el dicho y a la tercera fue la vencida. El ocho veces campeón de Europa no falló tampoco en la 2014-2015, una temporada 'especial' porque la 'Final a Cuatro' se celebraba en el Palacio de Deportes de Madrid. Enfrente, el Fenerbahce de Zeljko Obradovic, que fue técnico de Laso en su etapa madridista y que le había dirigido en la 'F4' de 1996.
El 'anfitrión' no falló y entre Gustavo Ayón (18 puntos), los triples y un sensacional segundo cuarto (35-14), se clasificó para su tercera final consecutiva (96-87). Y allí esperaba otra vez el Olympiacos, que había vuelto a dar una muestra de extrema competitividad para cerrarle el paso de nuevo al CSKA.
El equipo de El Pireo fue de nuevo un quebradero de cabeza, capaz de sobreponerse a otra desventaja de más de diez puntos y llevar el partido a la extrema igualdad hasta que aparecieron la puntería de Carroll y el corazón de Nocioni para dejar la 'Novena' en casa (78-59).
Sin embargo, el Real Madrid defendió su condición de campeón en la 2015-2016 hasta los 'playoffs', donde fue eliminado por el Fenerbahce, pero en la campaña siguiente volvió a colarse entre los cuatro mejores de Europa, aunque no pudo conseguir el pase a una nueva final al caer ante el 'Fener'.
En el Sinan Erdem Dome de Estambul, el conjunto madridista fue víctima de la revancha de Madrid de los de Obradovic que siempre dominaron el encuentro y que se acabaron imponiendo por 74-65. El equipo español finalizó cuarto.
En la 2017-2018, en Belgrado, el 'rey' de Europa estuvo una vez más en la pelea por el título y justo en el mismo escenario en el que a partir de este jueves tratará de aumentar su palmarés. En las semifinales, tuvo un duelo con el potente CSKA ruso de un ex como Sergio 'Chacho' Rodríguez y en el que los de Laso se repusieron a un mal inicio para luego dominar y coger una ventaja lo suficientemente amplia que esta vez no dejaron escapar (83-92).
En la final esperaba otra vez el Fenerbahce, que defendía trono y con el que libró una bonita batalla, donde sobresalieron Luka Doncic, Fabien Causeur y un Trey Thompkins que metió dos puntos vitales tras coger un rebote ofensivo en un tiro libre fallado por el alero francés. El esloveno fue el 'MVP' y semanas después puso rumbo a la NBA.
Y al año siguiente se produjo la última vez que el Real Madrid había jugado la 'F4' y tampoco pudo defender su título. En el Fernando Buesa Arena de Vitoria, el equipo madridista se quedó en el camino de una nueva final tras no poder en esta ocasión con el CSKA, que se impuso en las semifinales por 95-90 gracias a un demoledor cuarto final de 30-17 con el que borró la ventaja merengue y con el 'Chacho' (22 puntos) como uno de sus verdugos.