MADRID, 5 Oct. (EUROPA PRESS) -
La figura de Pau Gasol ya está inscrita en el muro de los grandes campeones del deporte español junto con su amigo Rafa Nadal, Severiano Ballesteros, Miguel Indurain o Fernando Alonso, después de una excepcional carrera en la que culminó todos los sueños que se propuso y lideró a la mejor generación en la historia del baloncesto patrio.
Fue hace más de 20 años, en la Copa del Rey de Málaga 2001, cuando Gasol explotó en la élite con la camiseta del Barcelona, dominando el torneo con una insultante superioridad pese a su juventud y dejando entrever un enorme talento que posteriormente le llevaría a conquistarlo todo con la selección española y en la NBA.
Poco después de aquella irrupción en el Martín Carpena firmó el doblete nacional con la Liga ACB y, pese a no conquistar la Euroliga, decidió hacer la maletas rumbo a la NBA tras ser elegido por Atlanta Hawks en la tercera posición del 'draft'. Su puesto debería haber sido el primero, como confirmó posteriormente su premio a 'rookie' del año, y fue Memphis Grizzlies quien vio recompensada su apuesta.
Al mismo tiempo que crecía en la liga estadounidense hasta convertirse en una estrella mundial, iba cogiendo galones en la selección española, donde junto a su gran amigo Juan Carlos Navarro lideró un equipo de época, como bien ilustran todos los trofeos que ganaron juntos desde su época como 'juniors de oro'. Tras la reciente retirada de Carlos Cabezas, era el último integrante de aquella camada ganadora que todavía seguía en activo.
Gasol es el sexto jugador que más veces ha vestido la camiseta del equipo nacional (216), el último la eliminación frente a Estados Unidos en los Juegos Olímpicos de Tokio, y durante este fantástico periplo se colgó un total de once medallas entre las que destacan cuatro de oro -una mundial y tres europeas- y tres olímpicas en Pekín, Londres y Río de Janeiro.
Su carrera en la NBA no le fue a la zaga y, cansado de varios años brillantes en lo individual en los Grizzlies, pero decepcionantes en lo colectivo, en 2008 llegó el traspaso que cambió su carrera al vestirle de púrpura y oro, los colores de una de las grandes franquicias históricas: Los Angeles Lakers.
LA GLORIA EN LOS LAKERS, LAS LESIONES Y LA GUINDA FINAL EN CASA
Al lado de Kobe Bryant, en 2009 se convirtió en el primer español en ganar el anillo de la NBA y al año siguiente repitió éxito. Su amistad con la 'Mamba Negra', fallecido el año pasado en un accidente de helicóptero, fue tan grande que recientemente llamó a su hija Elisabet Gianna en recuerdo de la hija de Bryant, quien también perdió la vida aquel día.
En 2015, ya en las filas de Chicago Bulls, protagonizó el recordado salto inicial del 'All Star' con su hermano Marc y ambos ganaron poco después el Premio Príncipe de Asturias por sus trayectorias deportivas pero también humanas, ya que son los impulsores de la Gasol Foundation, cuya misión principal es luchar contra la obesidad infantil.
Tras jugar para San Antonio Spurs y Milwaukee Bucks, y firmar con Portland Trail Blazers sin llegar a debutar, Gasol se pasó dos años en el dique seco por culpa de una lesión en un pie, aunque antes tuvo tiempo para superar los 20.000 puntos en la NBA y erigirse en el segundo máximo anotador europeo solo por detrás del alemán Dirk Nowitzki.
Cumplidos ya los 40 años, el pívot peleó contra su propio cuerpo para regalarse una guinda final en el Barça, a donde volvió el pasado mes de febrero firmando un contrato por el salario mínimo, muestra del amor por el club de su vida, del que ya era embajador en Estados Unidos.
Redondeó su carrera con un nuevo título de Liga, trofeo que levantó junto al capitán Pierre Oriola, y tan solo el Anadolu Efes turco le privó de ganar la final de la Euroliga, uno de los pocos retos que se le han resistido.
Durante los últimos meses, Gasol ha estado rumiando su futuro siempre en contacto con su amigo Navarro, actual director deportivo del club azulgrana, y en cada comparecencia pública parecía más evidente que la retirada iba ganando espacio en su cabeza.
Ahora, tendrá más tiempo de dedicarse a su familia, su mujer Cat McDonnell y su hija Elisabet Gianna, mientras valora sin urgencias cuál será el próximo rumbo de su vida. De momento, ya trabaja como representante de atletas en la Comisión de Atletas del Comité Olímpico Internacional (COI).