MADRID, 15 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Real Madrid parte como principal aspirante a su cuarto título consecutivo en la 81ª edición de la Copa del Rey que se disputará este fin de semana en el Fernando Buesa Arena de Vitoria, donde el anfitrión Baskonia lidera la carga de otros siete equipos dispuestos a bajar al equipo blanco del trono.
Hasta el año pasado, ningún equipo había conquistado tres veces seguidas la Copa del Rey bajo su formato actual y el Real Madrid rompió la historia en el Coliseum de A Coruña. Ahora, puede subir otro peldaño más en su particular escalera hacia la gloria e intentará superarse a sí mismo en Vitoria.
Lo cierto es que el equipo entrenado por Pablo Laso parece aún más favorito que en temporadas anteriores, cuanto ya triunfó. Es líder en solitario tanto de la Liga Endesa como de la exigente Euroliga y viene de una gran racha de resultados que apenas se ve empañada por su último tropiezo en Málaga.
Respecto al año pasado ha perdido a Sergio Rodríguez, de vuelta en la NBA, pero lo ha compensado con la asombrosa irrupción de Luka Doncic, que cumplirá 18 años el próximo 28 de febrero. Sin haber alcanzado la mayoría de edad, el esloveno ya ha demostrado categoría y templanza para liderar a su equipo incluso cuando más 'quema' la pelota.
Además, ha recuperado a Rudy Fernández, ausente por lesión el año pasado y jugador más laureado en la historia del torneo -tres veces MVP-, y ha apuntalado su 'pintura' con Anthony Randolph. Junto con Gustavo Ayón, jugador más valioso en la última Copa, el experto taponador estadounidense ha complementado un juego interior muy poderoso.
Al mando de todo el dispositivo se mantiene Sergio Llull, que sigue desoyendo los cantos de sirena de la NBA, y desde el banquillo Pablo Laso, que no ha rebajado un ápice la ambición en este ciclo exitoso del Real Madrid e intentará conquistar su quinta Copa y decimotercer título como entrenador blanco.
LA DEPRESIÓN DEL BARÇA
En un torneo habitualmente marcado por las sorpresas, hay varios equipos que sueñan con desbancar al vigente campeón, dentro de la igualdad que se presume entre los otros siete equipos participantes, cuatro de ellos con títulos de Copa en sus vitrinas: Barça, Baskonia, Valencia Basket y Unicaja.
Históricamente, el otro papel de gran favorito suele corresponder al Barcelona, pero el equipo azulgrana está completando una de las peores temporadas de su historia reciente; un reguero de infortunios, lesiones y derrotas que han rebajado sensiblemente su candidatura a cualquier título y han llegado a provocar sanciones económicas a la plantilla por bajo rendimiento e incluso rumores de motín contra el entrenador.
De hecho, en la Euroliga necesita un milagro para evitar la eliminación después de encajar 14 derrotas en 22 jornadas y es por ello que se toma esta Copa como la oportunidad de marcar un punto de inflexión en esta primera temporada bajo el mando de Georgios Bartzokas. Haciendo bueno el refranero español, a perro flaco todo son pulgas y Juan Carlos Navarro es baja de última hora por culpa de una apendicitis.
Por ello, el rol de aspirante principal parece recaer esta vez en otro equipo azulgrana, el Baskonia, que jugará con la motivación extra del anfitrión y decidido a repetir la historia de 2002, cuando se proclamó campeón en casa.
El equipo vitoriano, posible rival del Real Madrid en semifinales, ya ha batido dos veces este curso al equipo blanco y cuenta con plantilla suficiente para repetirlo a pesar de la baja casi segura de Tornike Shengelia. El juego alegre que propone Sito Alonso, impulsa Shane Larkin y culminan Adam Hanga o Johannes Voigtmann le otorgan opciones de aspirar a su séptima Copa.
También han saboreado en una ocasión la gloria copera Valencia Basket y Unicaja, que comparten el papel de 'tapados' peligrosos en Vitoria. El equipo 'taronja', que ganó su única Copa hace ya 19 años, está cumpliendo objetivos: marcha tercero en la Liga, disputará los cuartos de final de la EuroCup y tiene a toda su plantilla sana con Bojan Dubljevic como principal activo de una plantilla muy compensada.
Situación similar atraviesa el Unicaja, que también está funcionando en Europa y ha mejorado sus sensaciones en la competición doméstica, donde viene de batir al líder. Con Nemanja Nedovic a pleno rendimiento tras superar su extraña lesión y Dejan Musli dominando bajo los aros, el club andaluz quiere sorprender y repetir el éxito de 2005.
EL PUJANTE PODERÍO CANARIO
En medio de esta élite recurrente del baloncesto español se ha colado este curso el Iberostar Tenerife, segundo clasificado de la Liga. Txus Vidorreta ha configurado un equipo capaz de sorprender a cualquiera pese a la grave lesión de Javier Beirán y que afronta con máxima ilusión la cuarta participación copera de su historia.
El baloncesto canario está de moda y el Herbalife Gran Canaria también sacó billete copero, en su caso una buena costumbre a la que parece haberse acostumbrado. Tras ganar la última Supercopa, el primer título de su historia, y rehacerse de un pésimo inicio liguero, el 'Granca' vuelve a un torneo donde el año pasado alcanzó la final con ganas de repetir aquel resultado, pero llega con importantes problemas físicos.
Por último, el teórico papel de 'Cenicienta' parece corresponder al MoraBanc Andorra, que afronta su segunda participación en la Copa 22 años después. Con el pívot georgiano Giorgi Shermadini como principal referencia, el equipo del Principado no tiene nada que perder en su enfrentamiento ante el equipo señalado por todos: el Real Madrid.