MÁLAGA, 9 Feb. (del enviado especial de EUROPA PRESS, Guillermo Sáez) -
La espectacular temporada del Real Madrid, que solo ha cedido una derrota ante el CSKA Moscú en 36 partidos oficiales, se ha visto reafirmada este fin de semana con un título, la Copa del Rey ganada 'in extremis' contra un FC Barcelona que, tras una titubeante primera parte de la temporada, ha demostrado en Málaga que está preparado para discutirle el resto de trofeos a su rival.
El líder invicto de la Liga Endesa llegaba a la ciudad andaluza prácticamente como único aspirante al título en unas apuestas que también concedían mínimas opciones a Valencia Basket o Barcelona. Y Pablo Laso, visiblemente eufórico en la rueda de prensa posterior a la final, llevó a sus pupilos al tercer título consecutivo tras Liga y Supercopa, pero su amplísima sonrisa denotaba los obstáculos superados en la final.
"Ganar así es lo más bonito que te puede pasar", apuntaba un aliviado Laso, que a punto estuvo de ver cómo se escapaba una final que ganaba por siete puntos a falta de un minuto. Pero dentro de la apabullante variedad de recursos también se encuentra la épica, como desveló Sergio Llull con el tiro ganador en el último segundo.
Al otro lado de la pista, el Barça se consumía por la decepción tras comprobar que su enorme fe quedaba sin premio. A medida que pasen los días, la amargura de la derrota se esfumará y al equipo azulgrana le quedará una conclusión positiva que puede guiarle el resto de la temporada: ha puesto contra las cuerdas a un equipo que parecía invencible, haciéndolo de paso sin la mejor versión de Juan Carlos Navarro.
"Nosotros siempre creemos en nuestras posibilidades, lo que diga la gente nos preocupa poco. Sabemos cuál es nuestro camino desde el primer día y que para conseguir un equipo competitivo necesitábamos tiempo", explicaba Pascual después de ver cómo Laso igualaba el balance de victorias entre ambos (14-14) en cinco temporadas.
SUBE EL VALENCIA, BAJA EL LABORAL KUTXA
En cuanto a los otros seis equipos presentes en el torneo, todos han confirmado de alguna las sensaciones que traían al torneo, caso del Valencia Basket, que esta temporada pelea por convertirse en una alternativa a los 'grandes', como ilustra su segundo puesto en la Liga Endesa. Subcampeón de Copa hace un año ante el Barça, volvió a topar con el equipo azulgrana esta vez en semifinales, donde cayó víctima de un primer cuarto pésimo (31-9), pero demostrando que tendrá cosas que decir en los 'play-offs' ligueros.
En este capítulo de 'ganadores' de la Copa también se encuentra el CAI Zaragoza, que accedió a la primera semifinal copera de su historia de la mano del sensacional dúo georgiano que integran Giorgi Shermadini y Viktor Sanikidze. La paliza que le propinó el Real Madrid no opaca el crecimiento de un club que progresivamente se está asentado en la élite del baloncesto español.
Por contra, dos históricos como Unicaja y Laboral Kutxa han ratificado este fin de semana que no atraviesan su mejor época con tempraneras eliminaciones en cuartos de final, resultados poco habituales en clubes acostumbrados a pelear por la gloria hasta hace bien poco.
Al igual que en las dos anteriores ediciones del torneo celebradas en su ciudad, el equipo malagueño se despidió a las primeras de cambio dejando muy mal sabor de boca en la afición local. Las posteriores explicaciones Joan Plaza, carentes de autocrítica, no convencieron a la hinchada verde, que acababa de ver cómo se esfumaba la mejor oportunidad de brillar este curso.
Mejor rendimiento dio el Laboral Kutxa gracias a la fe de Andrés Nocioni, pero también acabó sucumbiendo por un tiro libre de Rafa Martínez anotado a falta de cuatro décimas. El Baskonia, que peleó hasta el último segundo para sacar billete copero, faltaba a semifinales por primera vez en 13 años, confirmando que el bajón en el presupuesto del club se ha traducido ineludiblemente en resultados adversos.
Por último, el baloncesto canario experimentó un sabor agridulce en el Martín Carpena, ya que clasificó a dos representantes por primera vez en la historia de la competición, pero Herbalife Gran Canaria y Iberostar Tenerife fueron acribillados por los posteriores finalistas y no pudieron dejar su sello.