BARCELONA, 1 Jul. (EUROPA PRESS) -
La edición número 103 del Tour de Francia arranca este sábado 2 de julio desde el histórico Mont Saint-Michel de La Manche y finalizará el domingo 24 de julio en los Campos Elíseos de París con la coronación del campeón, que saldrá de una larga lista de aspirantes encabezada por el vigente campeón, el británico Chris Froome (Sky), por el colombiano Nairo Quintana (Movistar) y el español Alberto Contador (Tinkoff).
Se prevé un Tour abierto por el elenco de jefes de filas que aspiran a vestir el maillot amarillo en París, un jersey que será caro de llevar debido a un recorrido duro, exigente y montañoso donde priman los ascensos a los kilómetros contra el crono, con una única contrarreloj individual de 37,5 kilómetros en la 13ª etapa, y una 'crono escalada' de 17 kilómetros en la 18ª etapa.
Froome, doble ganador de la ronda gala, busca su tercer triunfo final en la carrera más prestigiosa del circuito en una duro duelo tanto con Nairo Quintana, 'a priori' el gran rival del británico para muchos con sus dos segundos posiciones, e incluso con un Alberto Contador que también busca su tercera victoria en París, que se le resiste desde 2009 pese a que repitió triunfo, perdido en los despachos, en 2010.
Pero a este trío de ases se suman otros 'gallos' como Fabio Aru (Astana), Richie Porte (BMC), Tom Dumoulin (Giant-Alpecin), Joaquim 'Purito' Rodríguez (Katusha), Daniel Martin (Etixx-Quick Step), Adam Yates (Orica-GreenEdge) o los franceses, siempre con un 'plus' de motivación y presión, Romain Bardet (AG2R), Pierre Rolland (Cannondale), Warren Barguil (Giant-Alpecin) o Thibaut Pinot (FDJ) deberán ser tenidos en cuenta.
Y a esa lista se unen, por importancia de nombres y apellidos y palmarés, unos escuderos de lujo que llegan dispuestos a darlo todo por sus jefes pero, a la vez, como clara alternativa al triunfo en caso de hundimiento de los mismos. Los Vincenzo Nibali (Astana), vigente campeón del Giro de Italia, Alejandro Valverde (Movistar) o Mikel Landa y Geraint Thomas (Sky) estarán ahí partiendo de un segundo plano capacitados para dar la campanada.
Ningún primer espada se ha ausentado de la cita, aunque lleguen a este Tour en mejor o peor forma. Froome, ganador del Critérium de Dauphiné, la gran cita previa a la ronda gala, quiere sumar Tour, Juegos Olímpicos y Vuelta a España en una temporada ambiciosa. Quintana, por su parte, viene de ganar la Ruta del Sur y, Contador, ganó en abril la Vuelta al País Vasco y fue quinto en el Dauphiné.
Todos ellos se medirán en un recorrido predispuesto y pensado para la batalla en las alturas. De las 21 etapas destacan algunas que serán en principio las claves, donde se irá definiendo la lucha. La primera etapa, con salida en el Mont Saint-Michel y llegada a la no menos histórica playa de Utah Beach, la del desembarco de Normandía en la Segunda Guerra Mundial, será una batalla por ser el primer maillot amarillo entre los más rápidos.
Así, los Marcel Kittel (Etixx-Quick Step), André Greipel (Lotto-Soudal), Mark Cavendish (Dimension Data), incluso Peter Sagan (Tinkoff) o Alexander Kristoff (Katusha) pugnarán no solo por ser los primeros líderes sino por el maillot final de la regularidad en París. Una lucha, como la que se vivirá por la general, bien abierta e igualada. El viento y la velocidad pueden ser un factor clave en las dos primeras etapas.
El primer contacto con la media montaña llegará en la quinta etapa, con la llegada a Le Lioran tras siete cotas puntuables en el Macizo Central. Las subidas a Puy Mary, Perthus y Lioran en solo 40 kilómetros serán una primera prueba de fuego para un pelotón que llegará fresco pero rodado únicamente en llano. La etapa 9, la que pondrá fin a tres días en los Pirineos, saldrá de Vielha (España) y llegará a Andorra, a Arcalís, tras 184,5 kilómetros y 5 puertos, tres de ellos de 1ª categoría (Bonaigua, Cantó y Beixalis) y la subida final a la estación de esquí de categoría Especial.
El Mont Ventoux, en la duodécima etapa, con sus 15,7 kilómetros de ascensión y un desnivel medio del 8,8% en su escenario lunar, será otro de los colosos de un Tour de Francia que en principio no dejará indiferente a nadie. Tras los Alpes destaca, en la decimoctava etapa, la 'crono escalada' de 17 kilómetros entre Sallanches y Megève que dará paso a otro final en alto en Saint-Gervais Mont Blanc y a la última etapa de montaña, con final en Morzine, antes del fin de fiesta en París.