MADRID 20 May. (EUROPA PRESS) -
La doble subida al Passo Broccon, en la decimoséptima etapa, y la ascensión al temible Monte Grappa, en la vigésima y penúltima jornada, se presentan como los puntos más atractivos de una tercera y definitiva semana del Giro de Italia, que arrancará este martes con la modificada etapa 16 en la que no se subirá el siempre exigente Stelvio, cima Coppi de esta edición.
La 'grande' italiana disfrutó este lunes de su segundo y último día de descanso antes de afrontar la traca final, con tres etapas de alta montaña que definirán el podio final de Roma y en los que los candidatos tratarán de inquietar el férreo dominio del esloveno Tadej Pogacar (UAE), que llega líder a esta última semana con casi siete minutos de ventaja sobre el británico Geraint Thomas (INEOS) y el colombiano Daniel Felipe Martínez (BORA-Hansgrohe).
El mejor español en la clasificación general es Juanpe López (Lidl Trek), que aparece en la posición 22 a casi 35 minutos del líder. El sevillano centrará su objetivo en conseguir un triunfo de etapa en alguna de las jornadas de montaña que le restan a la carrera transalpina.
Este mismo martes la carretera volverá a empinarse con una etapa de alta montaña entre Livigno, final de la última jornada con exhibición de Pogacar, y la meta en alto en Santa Cristina Val Gardena. 206 kilómetros en los que los corredores tendrán que afrontar el Umbrail Pass (16,7 kilómetros al 7,1 por ciento de media), sustituto del Stelvio, y acabarán encadenando dos cotas, una muy larga pero no excesivamente dura (Passo Pinei) y la del final de etapa en el Monte Pana (7,6 kms al 6,1 de media y con tramos del 15 por ciento).
Sin tiempo para recuperar fuerzas, los ciclistas tendrán que prepararse para la doble subida, entre ellas la meta, al Passo Broccon al día siguiente, en una jornada de 159 kilómetros con salida en Selva Di Gal Gardena. Esta doble subida en los últimos 40 kilómetros por dos vertientes diferentes pondrán a prueba la resistencia de los corredores tras dos duras semanas de carrera. La primera ascensión será de 13,3 kilómetros al 6,5%, y la segunda, de 11,8 kilómetros al 6,6% de media.
Tras la jornada de transición con final en Padova y propicia para los 'aventureros' y los velocistas, la montaña volverá a hacer su aparición en la decimonovena etapa, que finalizará en Sappada, y en la que los corredores deberán afrontar dos subidas de segunda categoría, la primera con rampas del 18 por ciento, y una de tercera, todos en el tramo final.
Pero la última jornada de montaña del Giro será la de verdad decisiva, con la doble ascensión al Monte Grappa, de 18,1 kilómetros al 8,1 por ciento de media en ambas subidas, aunque tras la segunda dará terreno (30 kms) de descenso hasta la llegada. El pelotón dirimirá su última batalla en las duras rampas de este coloso de los Prealpes Vénetos que será el escenario de las últimas luchas de la carrera italiana antes del final en Bassano del Grappa. Al día siguiente, 'paseo' triunfal de 25 kms hacia Roma.