"Alberto Contador ha dejado un vacío grande, pero saldrán corredores, siempre salen"
BARCELONA, 9 Oct. (EUROPA PRESS) -
El exciclista Miguel Indurain, pentacampeón del Tour de Francia, afirma que el español Mikel Landa puede "pelearle" el triunfo en el Tour al británico Chris Froome, vencedor en cuatro de las últimas cinco ediciones, en 2018, y se declaró optimista respecto a la nueva hornada de corredores españoles tras la retirada de Alberto Contador.
"Movistar ha apostado por Mikel Landa, que ha hecho un gran año. Pero ahora hay que ver cómo le siente el papel de líder y la responsabilidad. Marc Soler, Iván García Cortina ... Todos vienen bien. Cuánto van a seguir progresando ellos, y otros que vienen más escondidos como lo fui yo, es la cuestión. Lo que es muy difícil es llegar al nivel de Alberto, 'Purito' o Alejandro", comentó Miguel Indurain en un encuentro con la prensa con motivo de su participación en el Barcelona Triathlon Series by Santander.
De hecho, el campeón navarro apuesta por Landa, aunque aún falta por conocer el recorrido del Tour y si lo disputará con un Movistar con otros dos líderes como Alejandro Valverde y, sobre todo, con el colombiano Nairo Quintana.
"Poder pelear el Tour a Froome, puede. Quizá en las contrarrelojes falla un poco, aunque aún falta por saber el recorrido e igual no le mandan al Tour porque están Nairo y Valverde. Eso depende del equipo, las ganas y el recorrido del Tour", recalcó el pentacampeón en los Campos Elíseos de París.
A su juicio, el presente es halagüeño, pues se están recuperando algunas carreras y los patrocinadores apoyan más a los equipos. "Y corredores, van saliendo. Algunos están aquí como Landa. Se han ido Purito y Alberto, pero hay corredores que apuntan bien. Dónde van a llegar, y si van a hacerlo al nivel de Alberto es complicado. Alberto ha estado a un altísimo nivel muchísimos años", subrayó.
El ciclismo ha mudado a más universal, con equipos en América y África. "Italia está peor porque no tienen ningún equipo. Pero está tan globalizado que da igual correr en un sitio u otro. A Alberto le aconsejo que se lo tome con tranquilidad, que haga lo que no ha hecho en todos estos años. Le llegarán propuestas de mil sitios y, al principio, estás desbordado", advirtió.
Indurain, que nunca ha dejado de andar en bici desde que la colgó profesionalmente -el 2 de enero de 1997 anunció su retiro- hace dos décadas, ve diferencias importantes respecto a su etapa. "En invierno no hago nada porque hace frío. No hago otro deporte porque los de interior no me gustan. Veo lo que hay en directo. Todo ha cambiado. Los equipos van a menos carreras, pero cuando lo hacen van a tope. Alguien puede venir de casa y disputar. Antes te entrenabas e ibas a las carreras a coger el punto", comparó.
Asimismo, la táctica también es distinta entre los favoritos, que aguardan a los kilómetros finales para marcar distancia. "Las velocidades son mucho más altas, por eso no puede atacar todo el mundo. Si se va Alberto, que ha firmado grandes hazañas, ya saldrá algún otro que volverá a atacar a Froome como Bardet o Dumoulin", indicó.
Indurain ve 'paralelismos' entre su programación para afrontar el Tour y la de Froome. "Su base es la contrarreloj, como lo era la mía, y les tiene cogida la moral. Y en la montaña marca diferencias. Ahí es diferente respecto a mi forma de correr. En ese aspecto, sí es parecida. Yo marcaba más diferencias, pero las cronos eran mucho más largas. Ahora no hay tanta porque al organizador le interesa que se llegue igualado", comparó.
Recordó una caída en la que se 'enganchó' todo el equipo, incluido su hermano Prudencio, que se marchó a casa, y aseguró que nunca tuvo la tentación de regresar tras colgar la bici. "Caídas sí que tuve. En el Tour siempre te caes, si no te caes es que no estás en la 'pomada'. Otra cosa es que no te pase nada. Y siempre tienes uno o varios días malos. Esos tienes que pasarlos", apuntó.
"NO VUELVO A LA PARÍS-ROUBAIX, HACE FRÍO"
Por su corpachón y sus piernas de contrarrelojista, a Indurain le compararon con el italiano Francesco Moser, ganador del Giro de Italia en 1984, bicampeón del mundo, puro músculo en la ruta como en la carretera. Incluso, le sugirieron que probara en las Clásicas de la Primavera. "Un año probé en la París-Roubaix y dije que no volvía más. Eso no eran piedras, eran rocas, barro y frío. Y yo prefiero el calor", desveló.
Aún ahora se entrena 6 meses al año en su Navarra natal, desde marzo, y se deja ver en alguna marcha o competición como el Barcelona Triathlon Series patrocinada por Banco Santander, entidad de la que es Embajador junto a otros mitos como la nadadora Mireia Belmonte y los atletas Martín Fiz y Abel Antón.
"En invierno no hago mucho. Y después participo en alguna competición o marcha para promocionar el ciclismo. Corría de joven y ya vi que no era lo mío. Mi zona para entrenar está muy bien, aunque si viajas es muy incómodo llevar tu bici y procuro que me la dejen. Correr es más fácil y el nadar, no", señaló.
Respecto a los últimos accidentes de tráfico en el que se han visto envueltos ciclistas, admitió que el ciclismo es un "deporte peligroso". "Pero si te gusta, lo aceptas y lo que tienes que hacer es poner todos los medios para minimizarlos. Ahora hay más coches y más ciclistas. Todos tenemos que convivir en el mismo sitio y, por desgracia, hay más accidentes. Debemos respetarnos los unos a los otros", invitó.
Por otro lado, ve complicado el regreso del campeón olímpico en Barcelona'92 José Manuel Moreno, que ha comentado a su círculo más cercano que intentará lograr la clasificación para los Juegos de Tokyo en 2020, casi tres décadas después de su oro en la Ciudad Condal.
"Volver para los Juegos puede hacerlo, otra cosa es que le seleccionen. Hay que ponerse, ver los tiempos. Lo veo complicado. Tuvo clase y lo que hacía era impresionante. Mucha gente ha vuelto, grandes corredores como Cipollini, pero lo difícil es mantenerse a ese nivel. Yo hice lo que pude y cuando colgué la bici ya fue para siempre", sentenció.