Alberto Contador (Trek) cede 2:33 en meta y dice adiós a sus aspiraciones en su última carrera
BARCELONA, 21 (EUROPA PRESS)
El ciclista italiano Vincenzo Nibali (Bahrain-Merida) se ha impuesto este lunes en la tercera etapa de la Vuelta a España, disputada entre Prades de Conflent y Andorra la Vella sobre 158,5 kilómetros, al neutralizar junto al resto de favoritos un ataque final de Chris Froome (Sky), nuevo líder de la carrera, tras sacudir el equipo británico la carrera en el Alto de la Comella.
Froome y Chaves coronaron en cabeza el último puerto de la jornada, de segunda categoría, tras un duro ataque del Sky que atizó al grupo de los favoritos. En el descenso, primero Fabio Aru (Astana) y Romain Bardet (AG2R) llegaron a ellos y después lo hicieron el resto de candidatos para jugársela al sprint.
Nibali, que supo sufrir en un segundo plano constante en las ascensiones, tiró de velocidad punta para superar al español David de la Cruz (Quick-Step) y Chris Froome (Sky), que se lleva el maillot rojo de líder. Por su parte, Alberto Contador (Trek) cedió 2 minutos y 33 segundos en meta y puede haber dicho adiós a esta Vuelta tras la que se retirará.
El de Pinto no tuvo buenas sensaciones y en la Comella se quedó descolgado tras el acelerón del Team Sky en las primeras rampas. Con el joven italiano Gianni Moscon desatado, y el vasco Mikel Nieve dando continuidad, el Sky limpió de efectivos el grupo de favoritos para que Chris Froome rematara la faena con su ataque final.
Sólo Esteban Chaves, uno de los tres Orica-Scott junto a los dos hermanos Yates que aguantaban en el selecto grupo de cabeza de apenas quince integrantes, se pudo ir con el vigente campeón del Tour de Francia. Froome busca un doblete histórico y, esprintando incluso para la bonificación de la meta volante, ya es líder tras la tercera etapa, con 2 segundos de ventaja sobre De la Cruz, Nicolas Roche y Tejay van Garderen (BMC), mientras que Nibali es quinto a 10 segundos y Chaves sexto a 11.
Pero la victoria parcial fue para Vincenzo Nibali. El 'Tiburón' siciliano no estuvo en primera fila en la ascensión y, pese a no llegar bien situado al sprint final, al llegar a verse cortado, un esfuerzo final le permitió atacar de lejos y no dar opción al resto. Nibali, que tiene esta Vuelta entre ceja y ceja, superó al final con facilidad a De la Cruz y al propio Froome.
En el Alto de la Comella, a excepción del dueto Froome y Chaves --a su rueda siempre--, el resto de líderes pasaron a fila de a uno prácticamente. El empeño de Fabio Aru por atrapar a los dos escapados hizo que hasta a Romain Bardet le costara seguir el ritmo del italiano, que enlazó para formar un cuarteto efímero.
Por detrás empujaron los De la Cruz, Roche o Van Garderen y finalmente, pese a llegar a ceder 15 segundos respecto a Froome, Nibali logró hincar el primer diente a esta Vuelta y compartir el protagonismo con el británico, que ya tendrá a partir de ahora la presión de tener que defender el maillot rojo.
Contador no fue el único ausente en la nómina de favoritos que llegaron en cabeza, pues el Movistar vio cómo se hundía demasiado pronto el catalán Marc Soler y su primer corredor en meta fue el veterano Dani Moreno, a 1:20 de Nibali. También Wilco Kelderman o Warren Barguil (Sunweb), así como Ilnur Zakarin (Katusha), Louis Meintjes (UAE Emirates) o Steven Kruijswijk (Lotto-Jumbo) cedieron más de lo deseado.
Antes de que el Sky destara las hostilidades, se produjo una fuga de ocho integrantes de cierta entidad, con Axel Domont y Alexandre Geniez (Ag2r La Mondiale), Davide Villella (Cannondale-Drapac), Thomas De Gendt (Lotto-Soudal), Anthony Turgis (Cofidis), Fabricio Ferrari (Caja Rural-Seguros RGA), Fernando Orjuela (Manzana-Postobón) y Premyslaw Niemiec (UAE Team Emirates), que fue neutralizada tras el Coll de la Rabassa (1ª) a unos 25 kilómetros de meta.
Este martes se disputa la cuarta etapa desde Escaldes-Engordany, todavía en Andorra, y llegará al Anillo Mediterráneo de Tarragona tras 198,2 kilómetros, en una jornada que tiene todos los condicionantes para una llegada masiva al sprint salvo que una fuga de entidad o ataque final en solitario lo evite.