BARCELONA, 4 Jul. (EUROPA PRESS) -
Después de la salida más septentrional en la historia del Tour de Francia desde Dinamarca, con tres etapas llenas de gente en las cunetas y poblaciones danesas, la 109 edición de la ronda gala llega a suelo francés para la disputa de seis etapas en las que destaca el temido pavés, capaz de acabar con la fiesta de cualquiera, y con 'La Super Planche des Belles Filles' como primer final en alto.
Tras el viaje de traslado de Dinamarca a Francia del lunes, el martes volverá la acción con los 171,5 kilómetros de recorrido entre Dunkerque y Calais. Una etapa de media montaña con hasta seis cotas de cuarta categoría, en un escenario idóneo para una escapada si el pelotón lo permite.
El líder Wout van Aert y su equipo Jumbo-Visma pueden tener marcado en rojo este día, así como el de la quinta etapa del miércoles con el pavés. Una jornada no nueva en el Tour, pero todavía atípica, con aires de 'clásica' en la que los van Aert, Mathieu van der Poel (Alpecin-Deceuninck) y compañía buscarán liarla.
Con hasta once tramos de adoquines, la etapa entre Lille y Arenberg (157 kilómetros) puede ser decisiva, porque algún 'gallo' puede verse fuera de la lucha final si no está atento a los cortes o si sufre un percance mecánico. Tres de los once tramos de pavés superan los 2 kilómetros, siendo el más largo de 2,8 kilómetros.
El jueves, la sexta etapa partirá de Binche y llegará a Longwy tras unos largos 219,9 kilómetros en terreno escarpado y con dos muros en los últimos 6 kilómetros que podrían dar para mucho si las fuerzas acompañana. Un ataque explosivo podría desencadenar las hostilidades entre los favoritos.
Al día siguiente, en la séptima etapa, llega el primer final en alto de este Tour de Francia 2022. Será en La Super Planche des Belles Filles, a la que llegarán después de 176,3 kilómetros desde la salida en Tomblaine.
Dos puertos de 3 categoría (Col de Grosse Pierre y Col des Croix) darán paso a la subida final a La Super Planche des Belles Filles, un 1 de 7 kilómetros de ascensión con una pendiente media del 8,7 por ciento y muchos tramos prolongados y largos por encima del 10 por ciento, y una rampa final al 24 por ciento para dejar sello.
El sábado será una incógnita, después de los esfuerzos previos. Es una etapa de media montaña entre Dole y Lausanne, con una excursión a Suiza que finalizará en la Cote du Stade Olympique, una subida engañosa con un tramo al 12 por ciento y una llegada en falso llano, picando hacia arriba.
Para finalizar esta primera tanda larga de competición, el domingo llegará otra etapa de montaña a medio caballo de Suiza y Francia, con salida en Aigle y llegada en alto a Chatel les Portes du Soleil, después de tener que superar el Col de la Croix (1, con 8,1 kilómetros al 7,6 por ciento) y el largo Pas de Morgins (1, de 15,4 kilómetros al 6,1 por ciento), que enlazará con la subida final y con la segunda jornada de descanso del lunes.