MADRID, 30 Jun. (EUROPA PRESS) -
La ciudad alemana de Dusseldorf será el escenario este sábado de la salida de la edición 2017 del Tour de Francia, una carrera que se presenta muy igualada por el diseño de su recorrido y con más aspirantes que antaño para intentar quebrar la resistencia del británico Chris Froome (Sky).
El triple ganador de la 'Grande Boucle' y gran dominador de las dos últimas busca su cuarto triunfo, lo que le dejaría solo a uno de los cinco de Miguel Indurain, Eddy Merckx, Bernard Hinault y Jacques Anquetil, los más laureados. De hecho, desde que el navarro se subiese al primer escalón del podio de los Campos Eliseos en 1995, y una vez que se le retiraron sus siete títulos a Lance Armstrong por dopaje, nadie ha conseguido ganar tres años seguidos.
Este es el reto al que se enfrenta el corredor nacido en Kenia, de nuevo señalado como el favorito pese a que su temporada no ha sido lo mejor y apenas ha sido protagonista en las carreras en las que ha participado, sobre todo en el último test en el Dauphiné, que no terminó de ser positivo.
Además, este año parece que tendrá enfrente rivales agresivos que buscarán hacerle daño, ayudados por un recorrido donde no existen demasiados kilómetros contrarreloj, apenas 37, y mucho terreno para emboscadas y para la estrategia, mientras que a su favor será el de contar con un potente equipo con Geraint Thomas, Mikel Landa, Mikel Nieve o Sergio Henao.
Las miradas señalan al colombiano Nairo Quintana (Movistar Team) como su principal enemigo, principalmente porque ha sido el que más daño le ha hecho en la montaña antaño, aunque no existen demasiados finales en alto, tres reales, lo que le obligará a ser más agresivo de lo que suele ser habitualmente.
El de Cómbita viene ya además con el Giro en las piernas y eso le puede pasar factura en la 'grande' francesa, aunque contará con la ayuda y colaboración de un Alejandro Valverde a un gran nivel durante todo el año y cuya veteranía puede ser un aval o una 'bala' en la recámara para el Movistar Team.
Pero si las actuaciones de Quintana en el Tour, más los pocos kilómetros de crono, le colocan bien en las apuestas, puede que sea Richie Porte (BMC) el que se presente en Alemania como una mayor amenaza para Froome.
El australiano, exgregario de lujo del británico en el Sky, lleva una buena temporada y mostró su potencial en el Dauphiné, que se le escapó por diez segundos. En la antesala del Tour ya fue capaz de llevarse con autoridad la contrarreloj y se defiende con soltura en la montaña, por lo que debe estar en la pelea hasta el final, siempre y cuando no sufra alguno de sus habituales malos días y con la experiencia del año pasado ya como jefe de filas cuando finalizó quinto tras dejarse parte de sus opciones en una caída.
CONTADOR NO RENUNCIA A LA PELEA
El francés Romain Bardet (AG2R) también se presenta con ganas de poner fin a 32 años de espera para el ciclismo de su país. El ciclista de 26 años, segundo el año pasado gracias a su sorpresivo ataque lejano, tendrá que saber manejar esa presión y el hecho de no tener un equipo excesivamente potente respecto al de sus rivales.
El cuarto en liza es el español Alberto Contador. A sus 34 años, el de Pinto no renuncia al sueño de ganar un tercer Tour de Francia, aunque después de sus triunfos en 2007 y 2009 no ha conseguido ni siquiera estar en el podio. El madrileño cambió al Trek, donde tendrá el apoyo del holandés Bauke Mollema, en busca de reforzar ese sueño, llega más fresco que otros años y aunque en el Dauphiné no estuvo a su mejor nivel, el recorrido le puede favorecer para sus habituales ataques lejanos e imprevistos.
Además de este quinteto, el Tour 2017 tiene otros nombres también a seguir como el italiano Fabio Aru, que formará un potente dúo en el Astana junto al danés Jakob Fuglsang, ganador del Dauphiné, el colombiano Esteban Chaves (Orica) o el irlandés Dan Martin (Quick Step-Floors).
Todos ellos buscarán desde el inicio su primera oportunidad de tomar ventaja sobre sus rivales con la crono de 14 kilómetros por las calles de Dusseldorf que abrirá la 'Grande Boucle' que ofrece terreno principalmente para que los candidatos no esperan al final para lanzar su ataques. Los Alpes, con el final sobre todo en el Izoard, y la crono del penúltimo día de 23 kilómetros en lugar de una etapa montañosa, se presentan como jueces para el podio.