MADRID, 26 Dic. (EUROPA PRESS) -
Adrian Newey, diseñador clave en los principales éxitos de Red Bull, admite que le supuso "un riesgo" el recalar en el equipo austriaco y que ahora que han conseguido tener un monoplaza altamente competitivo no ve ninguna razón para dejarlo.
"Cuando me uní a Williams y McLaren, en ese momento eran dos grandes equipos que habían ganado carreras y campeonatos mucho antes de que yo llegara, por lo que se requería muy poco en el lado de la infraestructura, en realidad sólo se trataba de intentar aportar un poco al lado del diseño", recuerda Newey, director Técnico de Red Bull, en declaraciones publicadas este martes por la web de 'Autosport'.
Y por este motivo, decidió aceptar la llamada de Chris Horner, 'Team Principal' de Red Bull, para unirse a partir de la temporada 2006. "Esa es realmente la razón por la que me uní a Red Bull, era un riesgo para mi carrera en ese momento, pero yo sólo quería ese tipo de implicación nuevamente, involucrarme en el desarrollo del equipo desde el principio", comentó.
"En este sentido, después de haber estado involucrado en el inicio con Christian y Helmut (Marko, consejero de equipo) en cómo desarrollamos el equipo, ¿por qué querría alejarme de eso?", añadió el ingeniero, que está "absolutamente" comprometido y disfrutando de su estancia en el actual campeón del mundo de F-1.
El británico sí reconoce que "la única vez" que estuvo cerca de salir del equipo austriaco fue en 2014 cuando Mercedes se convirtió en la gran dominadora. "Fue por razones completamente diferentes. En pocas palabras, en ese momento teníamos una unidad de potencia que no funcionaba, lo cual puede pasar, por supuesto", indicó sobre el mal funcionamiento de la unidad que diseñaba Renault, al que achaca no tener "un gran deseo en el nivel más alto de invertir para cambiar eso".
"Así que estás en una posición un poco deprimente en la que, como todos sabemos, para ganar campeonatos tienes que tener los tres factores clave: piloto, chasis y motor. Y si uno de ellos es débil, no ganarás", sentencia Newey.