MADRID, 9 Feb. (EUROPA PRESS) -
El piloto español Carlos Sainz (Toro Rosso) ha reconocido que la nueva normativa de la Fórmula 1, que aumentará la exigencia física sobre los pilotos, le ha obligado a pasar "el invierno más duro" de toda su vida, con intensas sesiones de entrenamiento diseñadas para ganar cuatro kilos de musculatura y reforzar especialmente la zona del cuello.
"No sólo es el invierno más duro de mi carrera, sino de mi vida. Los coches serán más físicos y los pilotos vamos a tener que estar a la altura porque la forma de 2016 no nos va a servir. Así que toca hacer un extra", explica Sainz en declaraciones facilitadas por su equipo.
El cambio normativo en la Fórmula 1 es el responsable de que la dureza del entrenamiento se haya incrementado y el piloto español que espera iniciar la temporada con un peso en torno a los 70 kilos, cuatro más que el año pasado.
Según detalla su equipo, este esfuerzo extra se traduce en sesiones de 'crossfit' de duración similar a las de un Gran Premio. "En vez de los 50 minutos que suelen durar, las mías son de 1:30-2 horas, en las que trabajamos a 180-190 pulsaciones y donde incluyo también boxeo y trabajo de cardio. No paras de hacer cosas durante todo ese tiempo y es sin duda donde más se trabaja físicamente", explica Sainz.
Fuera del gimnasio, la preparación se completa con sesiones de natación por encima de los 60 minutos. Bajo la supervisión de un entrenador personal de su escudería, Sainz se centra en dos áreas de trabajo fundamentales: los hombros y, sobre todo, el cuello.
"Tenemos dos maneras de trabajarlo: la primera es levantando y aguantando pesas en el gimnasio, que esto último es lo que tenemos que hacer en la Fórmula 1, poner resistencia contra una fuerza G; y la segunda es con un trabajo específico en el karting", apunta.
Con este objetivo, Sainz decidió diseñar un casco con lastre que le ayudara a reforzar el cuello. Al contrario del que usan otros pilotos y que está destinado sólo a sesiones de gimnasio, el del piloto español tiene como objetivo el uso en pista.
"Esas pesas hacen que el casco pese entre 1,5 y 2 kilos más, lo que genera unas fuerzas Gs más parecidas a las que me voy a encontrar en el Fórmula 1. Eso, junto a otros ejercicios específicos que hago, hace que se trabaje mucho la musculatura del cuello", detalla.
Respecto a cómo afectará esta nueva exigencia física a la parrilla de F1, Sainz considera que tiene "ventaja" debido a que "con 21-22 años llegas al pico de forma física de un cuerpo humano". "Por otro lado, pilotos como Hamilton, Alonso o Raikkonen tienen la ventaja de que sí experimentaron fuerzas G similares a las que nos esperan en los años 2005, 2006 ó 2007", contrasta.