Miles de brasileños lloran una humillante eliminación de 'su' Mundial

La afición brasileña llora la eliminación
DAMIR SAGOLJ / REUTERS
Actualizado: jueves, 9 julio 2015 6:39

SAO PAULO (BRASIL), 9 (Reuters/EP)

Brasil lloró este martes su eliminación del Mundial con una humillante goleada (1-7) ante Alemania, abandonando de la peor manera una fiesta por la que estuvo esperando durante más de medio siglo.

Sin su estrella Neymar, Brasil se vino abajo ante la mirada atónita de millones de hinchas, una catástrofe deportiva de las dimensiones del Maracanazo, la derrota ante Uruguay en la final de 1950 que todavía hoy traumatiza a los brasileños.

"¡Qué vergüenza!", dijo Pedro Milhomen, un estudiante de derecho de 21 años que vio caer a su selección en la televisión del "Bar do Alemao" de Brasilia. "Es peor que el Maracanazo". "No te puedes imaginar lo triste que estoy", dijo, tratando de contener las lágrimas que se escurrían detrás de sus gafas de sol. "Jamás esperé algo así. Podían perder, pero no de esta forma".

Pentacampeones mundiales, los brasileños llevan el fútbol en la sangre. Caer en casa y por goleada ante los ojos del mundo es una humillación sin precedentes. Los brasileños demoraron en entusiasmarse con el Mundial, impopular por los miles de millones de dólares gastados en los estadios. Pero cuando la pelota echó a rodar, se pusieron la camiseta.

El martes las lágrimas corrían la pintura verde y amarilla en la cara de una seguidor en la tribuna del estadio Mineirao de la ciudad de Belo Horizonte. Un niño ahogaba los sollozos con las dos manos y un anciano de bigote abrazaba desconsoladamente una réplica de la Copa que Brasil no levantará este fin de semana.

"Al final del primer tiempo comencé a regalar las banderas", dijo Mario Lima, que vendía banderas de Brasil en la playa de Copacabana. Algunos hinchas alemanes, contó el vendedor, se quitaron sus camisas por miedo a represalias.

Cuando el delantero André Schürrle enterró a los 79 minutos el balón en la red de Julio César para el 0-7, muchos hinchas brasileños en el Mineirao lo aplaudieron de pie. Otros ya se habían largado antes de que el mediocampista Oscar anotara el gol del honor a los 90 minutos.

"Esta debe ser la mayor humillación en la historia del fútbol brasileño", dijo Ricardo Feldman, un editor en Sao Paulo. "Nada puede ser peor que esto".

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