MELBOURNE 3 Jun. (Reuters/EP) -
La Federación de Fútbol de Australia (FFA) negó este martes cualquier irregularidad en su fallida candidatura para el Mundial 2022 y dijo que su apoyo a proyectos futbolísticos en el extranjero se llevó a cabo de manera transparente y bajo las directrices de la FIFA.
La declaración surge en medio de nuevos argumentos que rodean la exitosa candidatura de Catar 2002, después de que el Sunday Times alegó que tenía pruebas de que se pagaron alrededor de 5 millones de dólares a funcionarios de la FIFA a cambio de votos.
Pese a que los organizadores de Catar niegan "vehementemente" las acusaciones sobre su candidatura, los reclamos de que la competencia se traslade de sede si se demuestran los actos de corrupción han crecido desde que se publicó el informe.
El futuro del torneo parece ahora descansar en las manos del ex fiscal de Estados Unidos Michael García, quien está liderando una investigación interna sobre la corrupción en el fútbol mundial, incluyendo el proceso de licitación que adjudicó a Rusia y Catar los dos próximos Mundiales.
En un comunicado emitido el lunes, García estableció un calendario en el que presentaría un informe después del Mundial Brasil 2014 que termina en julio.
Bonita Mersiades, quien era jefa de asuntos corporativos de la FFA durante el proceso de candidatura para el 2022, dijo a la Australian Broadcasting Corporation que la subvención de Australia a los órganos de fútbol en el extranjero también debía ser examinada.
"Parte de la evidencia publicada en relación a Catar fue que parte del dinero se dio para proyectos de desarrollo. Nosotros dimos dinero para proyectos de desarrollo, le dimos 4 millones de dólares a la Confederación de Fútbol de Oceanía para el desarrollo de los deportes", dijo.
"Fue a través del Gobierno, de por sí no había nada de malo en los proyectos de desarrollo deportivo, pero la pregunta para Michael García fue: ¿hubo una votación ligada a ello? Si la respuesta es 'sí', entonces es muy difícil argumentar que esa actividad es muy diferente de lo que (Mohamed) bin Hammam alega haber estado haciendo", señaló.
Bin Hammam, quien era presidente de la Federación de Fútbol de Asia cuando la Copa del Mundo fue otorgada a su país natal en el 2010, está en el centro de las últimas acusaciones, pero no se ha pronunciado públicamente sobre el asunto.