Se proclaman campeones del mundo tras vencer a Argentina 2-0
NUEVA YORK (EE.UU), 24 (Del enviado especial de EUROPA PRESS, David Aguilera)
Un grupo de 12 niños mexicanos han sido los auténticos héroes del Mundial Alevín que se ha disputado esta semana en Nueva York. Y no por haber ganado el título después de un exigente torneo, sino por su historia vivida camino a Estados Unidos. El sueño americano comenzó de la peor manera para los pequeños de Chivas.
El mismo día que se produjo el terremoto en Ciudad de México, el pasado 19 de septiembre, los chicos de Guadalajara pusieron rumbo a la Gran Manzana. En apenas unos minutos el viaje resultó la experiencia "más difícil" de sus vidas. El temblor, que ha causado más de 300 muertos, les pilló de lleno en el aeropuerto de DF.
"Estábamos esperando nuestras maletas y de repente sentimos un temblor muy fuerte. No viví nada igual en 47 años", explica su entrenador Carlos Nápoles. "En cualquier momento se te podía caer algo encima, pero gracias a Dios pudimos salir del aeropuerto. Vimos los vidrios quebrados y ahí nos dimos cuenta de todo lo que había ocurrido", relata con tristeza.
El técnico de Chivas quiso despreocupar a sus jugadores, quienes mostraron una madurez increíble pese a su corta edad. El temblor duró 10 segundos, pero parecieron 10 horas. "Fue muy fuerte, yo me puse muy nervioso porque no sabía si volvería a pasar. Sin embargo, esto nos sirvió para inspirarnos y para jugar de esta forma", relata Fernando Ortiz, el número 11 de la selección mexicana.
Pese a la psicología del míster, los chicos no pudieron evitar la tentanción de coger sus teléfonos móviles para ver lo ocurrido. Por fortuna, en su ciudad de origen no sacudió esta catástrofe que superó los 7 puntos en la escala de Richter. "Jugamos con más fuerza por ellos. Se lo dedicamos a las víctimas", añade Ortiz, muy emocionado.
Tras esos "diez segundos que no se olvidarán jamás", México aguantó para poder salir un día más tarde rumbo a Nueva York. Cuatro días después la selección centroamericana conquistó, por segunda vez en su historia, la Danone Nations Cup. "Este era nuestro objetivo. Poner a México en lo más alto después de superar una adversidad", recuerda el entrenador.
"Mentalmente nos pegó fuerte. Por eso pedimos a los chamacos desde el inicio del campeonato que no vieran nada de lo ocurrido. Se lo dedicamos a nuestro país y agradecemos todas las muestras de cariño y fuerza recibidas, especialmente desde España", sentencia Carlos Nápoles.
México no solo ganó a Senegal, Corea del Sur, Francia, Indonesia y Rumanía, todas las selecciones que cedieron a su fútbol en su camino a la final, donde derrotaron a Argentina (2-0) con claridad. México ganó al dolor de una tragedia que ha servido para inspirar a una generación sobresaliente de futbolistas. Este título va por ellos.