MADRID, 8 Oct. (EUROPA PRESS) -
Amnistía Internacional mostró este viernes su queja por la compra por parte de un consorcio con respaldo de Arabia Saudí del Newcastle inglés y demandó a la Premier League que incluya a la hora de revisar la idoneidad y legalidad de estos procesos "cuestiones relativas a derechos humanos", aspecto en el que el país asiático guarda "un terrible historial".
La Premier League aprobó este jueves la toma de posesión del Newcastle liderada por un conglomerado de propietarios de Arabia Saudí después de resolver varias "disputas legales" que inicialmente paralizaron el proceso de compra pero finalmente recibieron "garantías legalmente vinculantes" de que el gobierno del país no será el dueño del club.
"Desde que se habló por primera vez de este acuerdo, dijimos que representaba un claro intento de las autoridades saudíes de limpiar a través del deporte su terrible historial de derechos humanos con el glamour del fútbol de la máxima categoría", criticó Sacha Deshmukh, director ejecutivo de Amnistía Internacional Reino Unido.
La organización considera que la propiedad saudí del conjunto inglés ha tenido como objetivo tanto el fútbol como "la gestión de la imagen del príncipe heredero Mohammed bin Salman y su gobierno". "Durante este prolongado proceso discontinuo de compra, hemos visto cómo las autoridades saudíes ponían finalmente en libertad a activistas de los derechos de las mujeres como Loujain al Hathloul, aunque sólo sujeta a condiciones punitivas y sólo después de años de presión de la comunidad internacional", recordó.
"Con Mohammed bin Salman, la situación de los derechos humanos en Arabia Saudí sigue siendo terrible: personas críticas con el gobierno, activistas de los derechos de las mujeres, activistas chiíes y defensores y defensoras de los derechos humanos siguen siendo hostigados y encarcelados, en muchos casos después de juicios manifiestamente injustos", añadió Deshmukh en un comunicado.
En este sentido, advierte que el juicio a puerta cerrada de los presuntos homicidas de Jamal Khashoggi "se percibió de forma generalizada como parte de una operación de blanqueo más amplia de las autoridades" y que al país asiático se le acusa "de un catálogo de crímenes en virtud del derecho internacional humanitario durante el prolongado conflicto en Yemen".
"Hemos instado a la Premier a que, en vez de permitir que personas implicadas en graves violaciones de derechos humanos entren en el fútbol inglés por el solo hecho de tener abundantes recursos económicos, modifique la prueba a la que se someten propietarios y directivos para que incluya cuestiones relativas a derechos humanos", subrayó.
Por ello, han enviado al campeonato inglés "una sugerencia de nueva prueba del cumplimiento de los derechos humanos" y le reitera su petición de que "revise sus normas al respecto". "Como en la F1, el boxeo, el golf o el tenis, una asociación de fútbol del más alto nivel es un medio muy atractivo de dar un giro a la imagen de un país o una persona cuya reputación está empañada. La Premier League debe comprender mejor la dinámica del blanqueo de imagen a través del deporte y endurecer sus reglas de propiedad", remarcó.