MADRID 23 Sep. (EUROPA PRESS) -
Las árbitras y árbitras asistentes de la Liga F aseguraron este lunes que no hay "un clima de miedo y hostilidad" en el Comité Técnico de Árbitros (CTA) de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y que este organismo les brinda "un trato profesional y personal exquisito".
"Todas" las árbitras y asistentes "profesionales" emitieron un comunicado, al que ha tenido acceso Europa Press, donde mostraron su "absoluta disconformidad" con lo expresado por la excolegiada Tania Fene Penta.
Fene Penta relató en 'Relevo' hace unos días que, tras solicitar una excedencia mientras que estaba de baja médica, el CTA no le ha permitido volver al fútbol profesional sino empezar desde otras categorías, mostrándose muy crítica con las formas de proceder de dicho comité, al que llegó incluso a demandar por sus continuos descensos de categoría.
"Es mentira que exista un clima de miedo u hostilidad en el Comité Técnico de Árbitros de la RFEF. Contamos con un ambiente propicio para hablar y expresarnos libremente tanto con los responsables del CTA como con los de nuestra categoría en particular", recalcan en el escrito.
Las colegiadas dejan claro que sus propuestas son "escuchadas y analizadas buscando siempre las mejoras colectivas e individuales" y que cuentan "con un trato profesional y personal exquisito", sintiéndose "protegidas en todo momento".
"Estamos informadas después de cada partido de cómo se valora cada una de nuestras actuaciones. A mitad de temporada, nos informan en qué posición estamos, cuáles son nuestras fortalezas y qué aspectos debemos mejorar. Los ascensos y descensos son comunicados con una llamada telefónica antes de que se haga público", añadieron.
Por último, en relación a las exigencias con el peso que tenía el CTA con las árbitras según relató Tania Fene Penta, aclaran que tienen "un nivel máximo de índice de grasa corporal siendo diferente que el exigido para los hombres profesionales".
"En definitiva, nos sentimos libres e independientes para expresar y comunicarnos con nuestros responsables dentro de la exigencia que, el CTA y nosotras mismas, nos imponemos en el desarrollo de nuestra actividad profesional y no queremos que nadie manche y vierta mentiras sobre un colectivo que ya sufre demasiadas agresiones desde el exterior", sentencian.