La decisión final la tomó el presidente aunque primero pidió aplazar, que no suspender, el partido
BARCELONA, 2 Oct. (EUROPA PRESS) -
El presidente del FC Barcelona, Josep Maria Bartomeu, ha asegurado este lunes que jugar el partido contra la UD Las Palmas a puerta cerrada en el Camp Nou fue una decisión única y personal aunque tras consensuarla con su Junta Directiva, ejecutivos, cuerpo técnico y jugadores, y a su juicio fue una "muestra más" que la entidad es 'més que un club' pese a las críticas recibidas por parte de socios y aficionados.
"No estoy de acuerdo (con que ahora sean un club más). Que 174 países vean el partido preguntándose qué pasa solo lo puede hacer el Barça, por esto también somos más que un club. El partido a puerta cerrada es una forma más de mostrar al mundo que el Barça es más que un club", comentó en rueda de prensa.
Bartomeu aseguró que la decisión de jugar a puerta cerrada la tomó "con plena conciencia". "Aunque comprendo que haya socios a quien no gustara la decisión, buscamos una imagen mundial de un campo vacío para que el mundo se preguntase qué pasaba. Si hubiéramos anulado el partido, la noticia hubiera durado un minuto", alegó.
No obstante, aceptó que la primera opción de la directiva fue la de aplazar el partido, también consensuada por ambas partes, pero se toparon con la negativa de LaLiga. Sin contemplar el no presentarse al partido ni el ser sancionados, la opción alternativa fue la que finalmente tomó el presidente, la de jugar a puerta cerrada.
"No tiene nada que ver con los jugadores. Nuestra intención era aplazar, LaLiga se negó, y la decisión fue tomada por mí pero consensuada por todos. Un Camp Nou vacío es un mensaje al mundo muy potente", manifestó.
Sobre el consenso con los jugadores, que habría pedido jugar salvo alguna excepción como la de Gerard Piqué, aseguró que estuvo hablando con el capitán Andrés Iniesta y con el entrenador, Ernesto Valverde, a lo largo del día. "Los capitanes más Piqué dieron su opinión. La decisión final la tomé yo, fue la más adecuada", asestó.
"Comprendo perfectamente que muchos de nuestros socios y aficionados prefirieran la opción de suspender el partido. Por eso os tengo que decir que esta fue una de las decisiones más difíciles que he tenido que tomar como presidente del Barça. Contemplamos muy seriamente la opción de aplazar el partido, pero no conseguimos que la Liga de Fútbol Profesional aprobara nuestra solicitud", reconoció.
Sobre lo sucedido este domingo en Catalunya y las cargas policiales a los votantes del referéndum, el presidente blaugrana mostró su "rechazo y condena más enérgica" ante la gravedad de los hechos, con un uso "abusivo e indiscriminado de la fuerza" para impedir el ejercicio del derecho al voto de los ciudadanos.
Por otro lado, comunicó que ya ha aceptado la dimisión del vicepresidente Carles Vilarrubí y del comisionado del Barça Innovation Hub, Jordi Monés. "A ambos les agradezco su dedicación en todos estos años de servicio. Cada uno tiene su forma de actuar y tomar decisiones. Si prefieren dimitir hay que respetarlo y solo podemos agradecer su labor. Hay unión en el club, hay ganas, fuerza y energías para tirar adelante el proyecto", manifestó.
Por otra parte, la Junta Directiva ha decidido sumarse al paro de país impulsado para mañana por la Mesa para la Democracia. "El club paralizará sus actividades durante toda la jornada y ninguno de los equipos profesionales ni formativos entrenarán en la Ciudad Deportiva. En este momento tan trascendental de nuestra historia, el FC Barcelona se reafirma en su posicionamiento de compromiso con las libertades y con el pueblo de Catalunya. Lo que se vivió ayer en nuestro país es inadmisible", concluyó.