MADRID 17 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Real Madrid volverá a cruzarse en su camino europeo con seguramente uno, si no el que más, de sus más acérrimos enemigos del Viejo Continente, el Bayern de Múnich alemán, un rival de tremendo potencial desde el medio hacia arriba, con cuentas pendientes con los blancos y el fútbol español, y con Carlo Ancelotti, exentrenador madridista en el banquillo.
Europa ha vivido grandes partidos entre dos de los 'gigantes' continentales, que atesoran entre ambos 16 Copas de Europa y que prometen una eliminatoria de mucha tensión, con la siempre complicada visita a Múnich para el actual campeón, aunque la última fue de muy grato recuerdo. Entonces, Zinédine Zidane era el ayudante de Ancelotti en el banquillo merengue y juntos liberaron el pase a la histórica final de Lisboa con un demoledor 0-4.
Ahora, el de Reggiolo tiene la oportunidad de devolver el daño hecho al equipo bávaro, que inició en aquella campaña 2013-2014 una mala racha con los conjuntos españoles, sus verdugos desde entonces en unas semifinales en las que siempre suele ser asiduo también. Así, en la campaña 2014-2015 fue el FC Barcelona y en la 2015-2016, el Atlético de Madrid, los que privaron al campeón de la Bundesliga de alcanzar la gran final.
El técnico italiano ha logrado ya que cuajen sus ideas, apoyado en el trabajo que realizó Pep Guardiola, y tendrá su oportunidad de revancha después de tener que dejar el conjunto madridista después de un segundo año de menos brillo y con los títulos de la Supercopa de Europa y el Mundial de Clubes, más una gran racha de 22 victorias seguidas. Su duelo en la pizarra con 'Zizou' es otro de los grandes atractivos de este cruce.
El Bayern mantiene sus señas de identidad de los últimos años, las que lo alejaban de ser un equipo que apelaba a ser un rodillo físico y le han acercado a un fútbol más moderno, con una buena pléyade de futbolistas nacionales de calidad más amantes del fútbol de toque y de la posesión, mezclados con foráneos de mucho talento y nivel.
Dominador indiscutible de su campeonato, esta 'dictadura' le permite usar a Carlo Ancelotti, relevo de Pep Guardiola y 'presionado' por demostrar que mantiene un idilio especial con la 'Champions', su amplitud de plantilla para afrontar siempre lo más fresco posible a su once más ideal.
No tiene excesivas debilidades el equipo muniqués, aunque sí existen y residen más en la parte de atrás, que fueron las que le costaron sus últimas eliminatorias con conjuntos de LaLiga Santander. Manuel Neuer sigue siendo indiscutible y demostrando ser uno de los mejores del mundo, pese a que a veces peque de exceso de confianza, y ahora está mejor resguardado con el fichaje de un central contrastado con Mats Hummel, que ha elevado el nivel de una de las mejores defensas del continente.
A su lado Jerome Boateng, recién salido de una lesión y poderoso físicamente, con la alternativa de Javier Martínez, mejor en la salida del balón, mientras que el capitán Philip Lahm vuelve a ser lateral derecho tras la apuesta de Guardiola de hacerle jugar en el medio, y el austriaco David Alaba sigue siendo un 'puñal' por la izquierda.
A partir de ahí, el Bayern crece en su potencial. En la sala de máquinas del 4-3-3, Ancelotti tiene a otro exmadridista como Xabi Alonso, presente en aquella noche del 0-4 y 'cerebro' del equipo, y el talento de un Thiago Alcántara a un gran nivel, respaldados por la fuerza que les da el chileno Arturo Vidal, en ocasiones excesivamente impetuoso, pero que no deja de ser un jugador de alto nivel y 'todoterreno'.
Pero lo mejor está arriba. El polaco Lewandowski es uno de los mejores '9' del mundo y ya le hizo un auténtico destrozo al Real Madrid cuando jugaba en el Borussia Dortmund. Rápido en el área, impecable con las dos piernas y letal cabeceador, el delantero se aprovecha de contar con extremos de calidad como Douglas Costa, Arjen Robben o Franck Ribéry, lo que deja casi en la recámara a un reputado jugador como el alemán Thomas Mueller.
Y es que Ancelotti tiene también al polivalente y codiciado Joshua Kimmich, al joven Renato Sanches o al francés Kingsley Coman, muestra de una plantilla con la que aspira a todo y en busca del siempre prestigioso 'triplete'. Además, ahora el equipo está más asentado que en el primer tramo de temporada donde dejó algún resbalón como el que sufrió en Rostov (3-2) y que ayudó a que el Atlético de Madrid, que le derrotó en el Calderón (1-0), fuese primero de grupo. No le importó ser segundo, su cruce con el Arsenal inglés lo saldó con un 10-2 global, pero sabe que el Real Madrid es una amenaza mayor.