MADRID, 28 Ene. (EUROPA PRESS) - El Estadio Benito Villamarín, campo del Real Betis y con capacidad para 60.720 espectadores, ha sido elegido este lunes por la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) como sede de la final de la Copa del Rey que se disputará el próximo sábado 25 de mayo. De este modo, el feudo verdiblanco acogerá por primera vez en su historia la final de un torneo del 'KO' después de que fuese la propuesta presentada a la Junta Directiva por una mesa negociadora federativa encargada de estudiar las candidatas tras la publicación "por primera vez", tal y como recordó Alfredo Oliveras, director de Competiciones de la RFEF, de un concurso para la adjudicación de las diferentes sedes coperas. Olivares recalcó que las ciudades que deseasen albergar "una final de este calibre" debían de cumplir "una serie de requisitos" y que sólo se presentó, junto a la del Benito Villamarín, la de Mestalla, estadio del Valencia, pero que "no reunía los requisitos mínimos". "El ganador ha sido aprobado por unanimidad por la Junta Directiva con dos abstenciones, la del presidente de la Federación Valenciana y la del presidente del Betis (Ángel Haro)", añadió el directivo, que resaltó que la propuesta bética era la de "mejores requisitos, tanto organizativos, institucionales, económicos y de valor adicional". Olivares subrayó que "el primer acto de promoción" de esta final de la Copa del Rey será su sorteo de semifinales, que no se celebrará el próximo viernes en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas (Madrid) sino en las instalaciones del Real Betis. Además, con los dos equipos de la ciudad elegida, Betis y Sevilla, con todavía posibilidades de llegar a este final, dejó claro que, "sin duda", no supondrá ningún inconveniente si ambos la alcanzan. "Como federación, que ahora el debate esté en quien dispute la final es un paso avanzado. En otros tiempos, a 15 días de la final no se sabía donde. Esto es una propuesta de ciudad, por lo tanto hay que trabajar en la promoción independientemente de quienes sean los dos finalistas", aclaró. "Por primera vez, estos anuncios se hacen con cuatro meses de antelación a la disputa de la final y por lo tanto se puede trabajar en la promoción de eventos con la antelación suficiente para que ambas finales sean el festival del fútbol masculino y femenino español", agregó el director de Competiciones. En cuanto al reparto de entradas, Olivares advirtió que se deben al reglamento que dictamina que "el 40 por ciento para cada uno de los finalistas y el 20 restante en un principio para la RFEF". "Pero también, por primera vez, se prevé en esta propuesta que la propia ciudad tenga un cupo de entradas. Desde la RFEF se puede estudiar un plazo para delegar o renunciar a entradas que no sean susceptibles de entregar a patrocinadores o compromisos, y que así sea una fiesta que pueda congregar al mayor número de aficionados de los dos clubes", puntualizó. El Benito Villamarín no ha acogido nunca en su historia una final de la Copa bajo ninguna de sus denominaciones, pero no así Sevilla, que lo ha hecho en tres ocasiones, ninguna de ellas tampoco en el otro gran estadio de la ciudad, el Ramón Sánchez-Pizjuán. Así, las dos más recientes, en 1999 (Valencia 3 - Atlético 0) y 2001 (Zaragoza 3 - Celta 1), se celebraron en La Cartuja, mientras que el Estadio Reina Victoria acogió esta final en 1925 con victoria del FC Barcelona por 2-0 ante el Arenas de Getxo. Por otro lado, la Junta Directiva de la RFEF ratificó el Nuevo Los Cármenes de Granada como sede el 11 de mayo de la final de la Copa de la Reina, mientras que ha dado de plazo hasta el 30 de enero para decidir sobre la ciudad que acogerá la nueva Final Four de la Copa del Rey de fútbol sala, "a petición de los clubes inmersos en los cuartos". "Las ciudades y los clubes nos pidieron tiempo en virtud de quien llegase a la final. Están cuatro históricos (Movistar Inter, Barça Lassa, Jaén Paraíso Interior y Aspil Vidal Ribera) y de aquí al 30 llegarán propuestas para poder adjudicar una final que por primera vez será en formato de 'Final Four'", explicó Olivares.