MADRID, 22 Jul. (EUROPA PRESS) -
El delantero del RC Celta Borja Iglesias ha reconocido que el recibimiento que ha vivido por parte del club y de los aficionados le hace sentir que nunca se había "marchado" de Vigo, donde comenzó su carrera profesional, y espera "devolver" todo el cariño "con mucho trabajo e ilusión".
"Cuando llegué, mi sensación era que no me había marchado. Para mí es un sitio muy especial, donde pude cumplir el sueño de debutar en Primera con el Celta, y siempre pensé que había sido muy efímero", declaró este lunes durante su presentación en las instalaciones de A Madroa como nuevo jugador celeste.
El atacante gallego, durante cuatro años futbolista de las categorías inferiores celestes, fue ovacionado por cientos de aficionados que quisieron acercarse al antiguo campo de entrenamiento del conjunto vigués, al que Borja Iglesias llegó al volante de un Seat Panda -en homenaje al apodo del jugador- celeste.
"Estoy muy contento y orgulloso de estar aquí. Es un momento importante y especial para mí, desde que soy jugador profesional y también desde que soy un niño. Solo espero poder devolver todo este cariño con mucho trabajo e ilusión", señaló en su regreso al club siete años después.
Además, Borja Iglesias contó con una sorpresa muy especial: la asistencia de su abuela, con la que se fundió en un gran abrazo. Teresa, de 84 años, le dedicó unas palabras a su nieto y mostró alegría por su vuelta.
El evento también contó con la presentación sorpresa de la primera jugadora internacional de As Celtas, Camila Pescatore. "Estoy muy agradecida de poder formar parte de un proyecto tan ambicioso como es As Celtas. Es una inspiración para nosotras en la cancha ver que tanto el club como la afición están tan involucrados con este nuevo equipo", indicó la venezolana.