BRUSELAS, 21 Dic. (EUROPA PRESS) -
El vicepresidente de la Comisión Europea responsable de Modo de Vida, Margaritis Schinas, ha insistido este jueves en su rechazo al modelo de competición de Superliga, cuya idea original partió de un grupo de clubes europeos entre ellos el Real Madrid y el FC Barcelona, y ha afirmado que el fútbol europeo representa "valores" de cohesión y no algo reservado "para las élites".
"El principio fundamental de Europa es la solidaridad. Nuestro apoyo constante a un modelo deportivo europeo basado en valores no es negociable", ha escrito Schinas en un mensaje en las redes sociales recogido por Europa Press, que el político griego ha publicado poco después de que la Justicia europea haya señalado el "abuso de posición" de la UEFA y la FIFA y considerado ilegal su veto a la Superliga.
"El fútbol europeo siempre seguirá siendo un vector de inclusión y cohesión. Para muchos. No sólo las élites", ha remachado Schinas, en un mensaje que no menciona expresamente ni el modelo de la Superliga ni a la UEFA ni a la FIFA, pero que repite los argumentos que utilizó para censurar el proyecto de la nueva competición cuando éste vio la luz en 2021.
Entonces, el 'popular' griego abogó por "defender un modelo de deporte basado en valores europeos como la diversidad y la inclusión" y sostuvo que "no cabe reservarlo a algunos clubes ricos y poderosos".
En su sentencia de este jueves, el Tribunal de Justicia de la UE (TJUE) razona que las normas de la FIFA y la UEFA por las que se supedita a la autorización previa de estas dos asociaciones cualquier proyecto de nueva competición de fútbol de clubes y que, además, prohíben a clubes y jugadores participar so pena de sanciones "se oponen" al Derecho comunitario de competencia.
En concreto, el Alto Tribunal europeo advierte de que estas dos asociaciones internacionales "no están sujetas a ningún criterio que garantice su carácter transparente, objetivo, no discriminatorio y proporcionado" y, en consecuencia, supone un "abuso de posición dominante".
También considera que las reglas que atribuyen a la FIFA y a la UEFA un control exclusivo sobre la explotación comercial de los derechos derivados de estas competiciones pueden restringir la competencia y puede perjudicar a medios de comunicación, aficionados y telespectadores al impedirles beneficiarse de nuevas competiciones potencialmente innovadoras o interesantes.
El fallo reconoce que el deporte presenta características "específicas", como que haya asociaciones con poder para fijar normas y sanciones, pero advierte de que la organización de campeonatos de fútbol de clubes y la explotación de los derechos de difusión "son claramente actividades económicas" y por tanto se les debe aplicar las reglas de competencia comunitarias y de libre circulación.
En todo caso, la corte europea avisa de que pese a todas estas consideraciones una competición como la del proyecto de la Superliga "no debe ser necesariamente autorizada" y aclara que no se pronuncia sobre el proyecto específico porque las cuestiones prejudiciales que se le plantearon fueron de carácter general acerca de las normas de la FIFA y de la UEFA.