MADRID, 3 Oct. (EUROPA PRESS) -
El delantero portugués del Real Madrid, Cristiano Ronaldo, no esconde que su "naturaleza" y su "forma de ser" desde que era niño le lleva a "querer seguir rompiendo récords y ganar títulos" con el conjunto blanco, pero admite también que ahora la llegada de su hijo lo ha cambiado todo y ha provocado que su estancia en el doce veces campeón de Europa esté siendo "especial".
"Al final, por supuesto, mi misión sigue siendo la misma. Quiero seguir rompiendo todos los récords con el Madrid. Quiero ganar todos los títulos posibles. Esa es mi naturaleza, mi forma de ser, pero lo que más recordaré de mi tiempo en Madrid y de lo que les hablaré a mis nietos cuando tenga 95 años, es de lo que sentí caminando sobre el césped de la mano con mi hijo, siendo campeón. Ojalá lo podamos repetir pronto", escribe Ronaldo en 'The Player's Tribune'.
En este espacio reservado para que deportistas se expresen, el de Madeira recalca que después de 400 partidos con la camiseta del conjunto blanco "ganar" continúa siendo su "máxima ambición" y lo es "todo" para él. "Creo que nací siendo así. Pero la sensación cuando gano ha cambiado", apunta, haciendo referencia a la llegada de su primer hijo, "un nuevo capítulo" en su vida y al mensaje que lleva grabado en sus botas que reza 'El sueño del niño' a modo de "la última motivación".
El internacional habla principalmente de un momento vivido con su hijo Cristiano y que "va a quedar grabado para siempre" en su memoria. Este se produjo tras acabar de hacer "historia" con su club al ganar la Duodécima y ser los primeros en repetir bajo el formato 'Champions'.
"Agarramos el trofeo juntos y después paseamos por el campo de la mano. Es una alegría que jamás había sentido hasta ser padre. Son tantas las emociones pasando al mismo tiempo que es imposible describir con palabras lo que sentí", añade Cristiano, al que esa imagen le recuerda a un "poderoso recuerdo" de su niñez en Madeira y cuando su madre y sus hermanas fueron por primera vez a verle jugar después de muchas negativas.
"No aplaudían ni gritaban, pero estaban ahí. Y eso era lo único que me importaba. Significó mucho para mí, algo cambió dentro de mí. Me sentí orgulloso. Espero que mi hijo se sienta como me sentía yo en esos momentos", confiesa.
El madridista también se refiere a su marcha a Lisboa para jugar con el Sporting y que supuso un momento duro donde el fútbol le "ayudó a seguir adelante". "Yo sabía que era capaz de hacer cosas en el campo que los otros chicos de la academia no podían hacer. Recuerdo la primera vez que escuché a uno de ellos decirle a otro: '¿Has visto lo que acaba de hacer? Es una bestia'. Pero siempre había alguien que decía: 'Sí, pero es una pena que sea tan pequeño'", subraya.
Y es que por entonces era "muy flaco" y apenas tenía "músculo" por lo que decidió que, sabedor de que "tenía más talento que los demás", que también iba a "trabajar mucho más duro que ellos". "Ya no iba a jugar ni comportarme como un niño, iba a entrenar con la convicción de que iba a llegar a ser el mejor del mundo", asegura.
"No sé de dónde me viene ese sentimiento. Es algo que está dentro de mí. Es como una sensación de hambre que nunca se va. Cuando pierdes, es como si te estuvieses muriendo de hambre. Y cuando ganas, también te estás muriendo de hambre, pero te has comido una miga de pan. Esta es la única manera en que puedo explicarlo", afirma el delantero, que se escapaba de la residencia para entrenar y que pronto se puso "más fuerte y rápido".
Cuando tenía 15 años, Cristiano se acercó a algunos de sus compañeros para decirles que algún día sería "el mejor del mundo". "Se rieron. Todavía ni siquiera estaba en el primer equipo del Sporting, pero realmente lo pensaba. Lo decía totalmente en serio. Empecé a soñar a lo grande, cda vez más grande", detalla.
"EN EL REAL MADRID, SI NO LO GANAS TODO ES UN FRACASO"
A partir de ahí llegó su fichaje por el Manchester United para jugar en una Premier de la que le fascinaba "la velocidad a la que se jugaban los partidos y los cánticos de los aficionados". Como 'Red Devil' ganó, en 2008 su primera Champions y su primer Balón de Oro, y en ambas ocasiones las emociones le "superaron".
"Pero mis sueños eran cada vez más grandes. Supongo que así funcionan los sueños, ¿no?", prosigue el delantero, que después fichó por el Real Madrid al que "siempre había admirado" y con el que quería "un nuevo reto". "Quería ganar trofeos con el Real Madrid, romper todos los récords y convertirme en una leyenda del club", asevera.
Así, "durante los últimos ocho años", ha logrado "cosas increíbles", aunque se sincera al decir que "la sensación al ganar trofeos es diferente" según avanza su carrera, "especialmente en los últimos dos años". "En el Real Madrid, si no lo ganas todo, hay gente que lo considera un fracaso. Esas son las expectativas que genera la grandeza, ese es mi trabajo", puntualiza.
"Cuando eres padre la sensación es completamente diferente. Una sensación que no puedo describir. Es por eso que mi tiempo en el Real Madrid ha sido especial. He sido futbolista, sí, pero también he sido padre", sentencia Cristiano Ronaldo.