MÚNICH (ALEMANIA), 19 Mar. (dpa/EP) -
El director general de la Federación Alemana de Fútbol (DFB), Andreas Rettig, admitió tener sentimientos encontrados y sentir "un poco de amargura" sobre que Estados Unidos sea uno de los anfitriones del Mundial en 2026, después de que Donald Trump se convirtiera de nuevo en presidente del país norteramericano.
"En estos tiempos turbulentos, realmente nos estamos dando cuenta de que el marco de valores y las perspectivas sociales están cambiando. ¿Quién nos iba a decir que miraríamos a Estados Unidos como lo hacemos hoy?", declaró Rettig a la cadena RTL/ntv.
El dirigente de la DFB lamentó que ya no saben "quién es amigo y quién es enemigo" en la sociedad y la política actual. "Sabíamos que Estados Unidos sería el próximo anfitrión. Hasta hace poco, nos hacía mucha ilusión, pero ahora quizá haya una poco de amargura", confesó.
Estados Unidos organizará el torneo del 11 de junio al 19 de julio de 2026, con 48 equipos, junto con México y Canadá. Rettig hablaba antes de los partidos de cuartos de final de la Liga de Naciones que Alemania disputará contra Italia este jueves en Milán, la ida, y el domingo en Dortmund, la vuelta.
Además, Rettig abordó la situación política en Alemania, tras el aumento de apoyos a la extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD) -obtuvo el 20,8% de los votos en las elecciones generales del mes pasado, lo que la convierte en el segundo partido más fuerte-, expresando que no hay que "congelarse". "Me gustaría abordar las cosas como lo haría un buen entrenador, es decir, de forma autodeterminada y activa", dijo.
"Sin fijarnos demasiado en lo que hace el adversario, sino desarrollando estrategias a partir de nuestra propia convicción y haciendo avanzar las cosas. Más actividad en el juego y menos tácticas orientadas al adversario", concluyó.