MADRID, 1 Jul. (EUROPA PRESS) -
La selección española goleó este domingo a Georgia (4-1) en los octavos de final de la Eurocopa 2024, citándose con la anfitriona Alemania por un puesto en semifinales el próximo viernes en Stuttgart, donde el combinado de Luis de la Fuente tendrá el reto de vencer por primera vez en su historia a una selección anfitriona en una Eurocopa.
La lógica ha imperado en la parte alta del cuadro en los octavos de final, y Alemania y España se verán las caras por un billete a las semifinales del torneo continental. Así, en Stuttgart se medirán las selecciones más laureadas de la competición, además de ser los dos equipos que mejor fútbol están practicando en la cita, dominando la mayoría de estadísticas ofensivas y defensivas.
'La Roja' ha dejado atrás la incertidumbre que la acompañaba en la previa de la Eurocopa a base de buen juego, goles y victorias. Pero ahora llega la hora de la verdad y el primer cruce ante una selección 'top mundial' en el torneo. Un encuentro en el que España deberá poner fin a su catastrófica racha ante seleccione anfitrionas en una Eurocopa si quiere estar por segunda EURO consecutiva entre las cuatro mejores selecciones del torneo.
Y es que los antecedentes de España ante la anfitriona no son muy halagüeños en las Eurocopas. Desde que la selección participara en su primer torneo continental en el año 1964, se ha enfrentado hasta en cinco ocasiones a la selección que organizaba el torneo, no consiguiendo ninguna victoria ante ellos. De hecho, el balance es de tres derrotas --Francia 1984, Alemania 1988 y Portugal 2004-- y dos empates --Italia 1980 y Inglaterra 1996--.
El primer duelo ante una anfitriona tuvo lugar en la Eurocopa de 1980, cuando España no pudo pasar del empate a cero ante Italia, en un torneo que disputaban tan solo ocho equipos y en el que la selección acabó última de su grupo y, por tanto, sin opciones a un título que acabó llevándose Alemania Federal. Sería el primero de tres torneos continentales consecutivos en los que España se mediría a la anfitriona.
En 1984, 'La Roja' llegó a la final del torneo, en la que esperaba la Francia de Platini. Ahí, la selección perdería la primera final de su historia, en un partido marcado por el error de Arconada en el primer gol galo, obra de Platini, y que acabó con un resultado de 2-0.
Y en la siguiente edición, Alemania 1988, España se enfrentó a la 'Mannschaft' en la tercera jornada de la fase de grupos, en la que necesitaba ganar para acceder a semifinales, sin embargo un doblete de Völler apeó del torneo a 'La Roja'.
Habría que esperar hasta 1996, tras no clasificarse para la edición anterior en Suecia, para que España volviera a medirse al país organizador del torneo. En esa ocasión sería, como ahora, en la ronda de cuartos de final, frente a Inglaterra. Y de nuevo, la selección tropezaría ante la anfitriona, esta vez cayendo en los penaltis tras no moverse el marcador en 120 minutos.
La última ocasión en la que España se midió a un anfitrión fue en 2004. Ahí, de nuevo tropezó ante la selección local en la tercera jornada de la fase de grupos, un encuentro en decisivo para lograr el pase a los cuartos y en el que la selección lusa se impuso por 1-0 gracias a un solitario gol de Nuno Gomes que supuso la eliminación del combinado entrenado por Iñaki Saez.
Ahora, la España que ha devuelto la ilusión a la afición y que hace creer que los hitos conseguidos entre 2008 y 2012 pueden volver a repetirse necesita poner fin a la maldición del anfitrión. Sería la prueba definitiva de que esta selección va muy en serio a por su cuarta Eurocopa.