STUTTGAR (ALEMANIA), 4 (DPA/EP)
La Federación Alemana de Fútbol (DFB) quiere más control sobre el acceso a los estadios de los hinchas europeos, tras la indignación generada por el comportamiento y los cánticos nazis de sus propios aficionados el pasado jueves en Praga.
Con ese objetivo, el jefe de la DFB, Reinhard Grindel, pretende solicitar a la UEFA una mejora en el control de venta de entradas para los partidos internacionales.
"Tenemos que hablar del tema de las entradas con las federaciones europeas y encontrar formas de asegurar más control en toda Europa", afirmó el dirigente a la revista especializada 'Kicker'.
Durante el partido de clasificación mundialista entre la República Checa y Alemania, un grupo de alrededor de 200 hinchas alemanes profirieron insultos a la DFB y a algún jugador de su selección, además de lanzar gritos de índole nazi.
Tras la victoria germana por 2-1, los jugadores decidieron no acercarse a agradecer el apoyo a los fans como es habitual, sino que se metieron inmediatamente en el vestuario. La iniciativa fue defendida por Grindel.
"Nuestros jugadores no podrían haberse despedido de los aficionados pacíficos sin hacerlo también de los otros", dijo en un evento en Stuttgart antes del próximo duelo clasificatorio de Alemania ante Noruega.
No obstante, Grindel evitó generalizar. "La mayoría de los fans alemanes nos dieron gran apoyo, fueron pacíficos y tuvieron un comportamiento ejemplar", agregó.
Según el mánager de la actual campeona mundial, Oliver Bierhoff, los seguidores involucrados en los incidentes no compraron las entradas a través de los canales oficiales de la federación, como sí hizo el club nacional de fans de la selección.
La policía del estado federal de Sajonia aseguró este lunes que al menos 13 aficionados de Dresde habían sido identificados entre los alborotadores. Dos de ellos habían recibido previamente advertencias policiales.