MADRID 15 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Galatasaray turco era el rival preferido por todos los cuartofinalistas del sorteo de la Liga de Campeones y finalmente cayó en el cuadro del Real Madrid, que se verá las caras con el conjunto otomano el 3 de abril en el partido de ida en el Bernabéu y el 9 de abril en la vuelta en el Ali Sami Yen de Estambul.
El equipo dirigido por Fatih Terim se ganó en Alemania su pase a cuartos de final, tras eliminar al Schalke 04, y ocupa la primera posición de la Liga turca, con cuatro puntos sobre el segundo clasificado, a falta de ocho jornadas para poder proclamarse campeón.
Los turcos hicieron historia y se clasificaron para cuartos de final 12 años después. En 2001, el Galatasaray consiguió meterse entre los ocho mejores de la máxima competición continental, ronda en la que fueron apeados por el Real Madrid tras conseguir la victoria en Estambul (3-2) y sufrir la remontada blanca en el Bernabéu (3-0).
Pero el equipo blanco trae buenos recuerdos a los turcos. No obstante, fue ante el Real Madrid cuando levantaron su única Supercopa de Europa, en 2000, cuando vencieron por 2-1 a los blancos en la final disputada en Mónaco. Los madrileños, dirigidos entonces por Vicente del Bosque, venían de conseguir su octava Copa de Europa, pero los turcos dieron la sorpresa e hicieron valer su posición de campeones de la Copa de la UEFA con dos tantos de Mário Jardel.
Viejos conocidos de la afición española serán los encargados de hacer frente a Cristiano Ronaldo y compañía. El capitán del equipo, el ex atlético Tomas Ujfalusi, comanda una defensa en la que suele estar presente el español Albert Riera.
En el centro del campo, los ex madridistas Hamit Altintop y Wesley Sneijder, además del brasileño Felipe Melo, ex del Racing y Almería, acompañan una gran delantera formada por el marfileño Didier Drogba y el goleador Burak Yilmaz.
Yilmaz es la estrella del equipo. El turco es un gran cabeceador, un peligro en los balones por alto y ya lleva ocho goles en la presente temporada en la Liga de Campeones. Pero los principales problemas del conjunto turco están en la parte de atrás.
Los otomanos sólo han conseguido mantener su portería a cero una vez en 'Champions' y sufren cuando no tienen la posesión y se sienten presionados. En esos casos, Felipe Melo retrasa su posición y se convierte prácticamente en un tercer central, dejando muy abierto el centro del campo.
Mourinho conoce bien a algunos de los jugadores del Galatasaray. Drogba fue una de sus referencias en ataque cuando dirigía al Chelsea y Sneijder dominaba el centro del campo durante su estancia en el Inter, después de que el holandés abandonara por la puerta de atrás el Real Madrid.
El holandés y el africano llegaron a la disciplina turca en el mercado invernal y le han dado una inyección de moral al conjunto de Estambul. Pese a no encontrarse en su mejor estado de forma, las incorporaciones han dotado a los otomanos de un aura que les ha hecho colarse entre los ocho mejores del continente, una posición que deberán demostrar durante la eliminatoria.