ROMA, 23 Sep. (dpa/EP) -
El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, se ha pronunciado ante el último episodio racista que se vivió el pasado domingo en el partido entre el Atalanta y la Fiorentina y ha pedido a las autoridades italiana regulación en los estadios de fútbol para combatir el "grave problema" del racismo.
Los continuos cánticos racistas de la afición del Atalanta hacia el defensa brasileño de la Fiorentina Dalbert Henrique hicieron que el colegiado detuviera el partido y se recordara por megafonía a los aficionados que los insultos racistas están terminantemente prohibidos, y ahora el club italiano se enfrenta posibles sanciones disciplinarias.
"Estas personas deben ser identificadas y expulsadas de los estadios. Es necesario, como sucede en Inglaterra, la certeza de que serán castigadas. No debemos tener miedo de condenar a las personas racistas. Debemos luchar contra ellas hasta el final", dijo Infantino durante un programa en el canal público Rai 2.
Episodios similares tuvieron lugar a principios de esta temporada cuando el internacional belga del Inter de Milán, Romelu Lukaku, recibió burlas racistas por parte de la afición del Caligari, o durante el partido del AC Milan en Verona, donde los aficionados locales lanzaron cánticos racistas al centrocampista de Costa de Marfil Franck Kessie.