MADRID, 19 Jun. (EUROPA PRESS) -
La selección de fútbol de Nueva Zelanda decidió no jugar la segunda parte de su amistoso de este lunes ante Catar, después de que uno de sus jugadores, Michael Boxall, fuese presuntamente insultado de forma racista por un rival.
"Michael Boxall fue insultado de forma racial durante la primera mitad del partido por un jugador catarí. No se tomaron medidas oficiales, por lo que el equipo acordó no salir para la segunda mitad del partido", indicó el combinado oceánico en su cuenta de 'Twitter'.
Por su parte, la Federación Catarí simplemente se limitó a comentar en sus redes sociales que su rival se había retirado tras el descanso de un encuentro en el que iba perdiendo 1-0 y que se estaba disputando en Austria.