MADRID, 11 Oct. (EUROPA PRESS) -
Estados Unidos cayó derrotada ante Trinidad y Tobago (2-1) en la última jornada del 'Hexagonal' de la CONCACAF y se quedó fuera sorprendentemente del Mundial de Rusia por culpa de las victorias de Panamá, ante Costa Rica (2-1), y Honduras, ante México (3-2), que dieron el histórico billete directo a los panameños y la plaza de repesca a los 'catrachos'.
La última vez que Estados Unidos no participaba en una Copa del Mundo sucedió en 1986 durante el Mundial de México. Desde entonces, la selección norteamericana ha sido un habitual en esta competición y sorprendentemente no viajará a Rusia tras caer derrotada ante la colista Trinidad y Tobago (2-1), selección que tan solo había acumulado una victoria en los anteriores ocho partidos.
El comienzo de partido no sería nada alentador para la selección dirigida por Bruce Arena. Primero, un gol en propia puerta en el minuto 17 tras un mal despeje de González y una mala acción del guardameta Howard, quien también pudo haber hecho más en el segundo, después de que el lateral trinitense Alvin Jones probara suerte desde una posición muy lejana a la portería.
La reacción de Estados Unidos no llegaría hasta después del descanso, tras una buena maniobra al borde del área del futbolista del Borussia Dortmund Christian Pulisic. Un tímido intento de remontada de un conjunto visitante que no llegaría con demasiado peligro en los minutos posteriores y que no alcanzó el punto que le hacía falta.
Este revés no fue desaprovechado por Panamá, que sí hizo los deberes, de forma agónica, en su encuentro frente a Costa Rica, la otra selección junto a México que ya tenía el billete a Rusia. La selección panameña también dependía de Estados Unidos y gracias a su resultado consiguió entrar de forma directa a su primer Mundial.
Sin embargo, como en muchos partidos de las fases de clasificación, hubo suspense y emoción. El costarricense Venegas adelantaría a su combinado en el minuto 36, aunque después Panamá remontaría hasta el definitivo 2-1 gracias a los tantos de Román y Gabriel Torres, este último en el minuto 88 y que desató la locura en el Rommel Fernández.
Fue un partido con polémica, sobre todo en el tanto del empate. Un gol fantasma que concedió el árbitro Walter López y que se demostró después del encuentro que no debía haber sido concedido. Y es que, de haber acabado en empate el encuentro entre Panamá y Costa Rica, Honduras hubiese entrado de manera matemática y Estados Unidos hubiese ocupado la plaza de repesca.
En el resto de la jornada, la selección de Honduras también se aprovechó del tropiezo estadounidense para situarse en cuarta posición gracias a su victoria por 3-2 ante México, equipo clasificado matemáticamente y que finalizó el Hexagonal como líder. Ahora tendrá una nueva oportunidad en la repesca ante Australia.
El combinado azteca fue mejor, al menos, durante los primeros 45 minutos, manejando la posesión y contando con las ocasiones más peligrosas. Sin embargo, Honduras se aferró a su deseo de ir al Mundial y empató el gol inicial de Peralta para después remontar el segundo gol de los mexicanos, obra de Jiménez, a través de Quioto y del portero Guillemo Ochoa en propia puerta, ambos en la segunda mitad.