MADRID 30 Oct. (EUROPA PRESS) -
El técnico del Real Betis, Gustavo Poyet, lamentó la derrota (0-1) de su equipo en la visita del RCD Espanyol al Benito Villamarín en la décima jornada de LaLiga Santander, además de referirse a las críticas recibidas por parte de un hinchada verdiblanca "libre para emitir su opinión" como "normales".
"El público es libre de pedir lo que quiera. Uno lo tiene que aceptar, le guste o no. Hemos hablado más de lo que pasa fuera que dentro del campo. Cuando un equipo no gana, lo normal es que la gente esté descontenta y son libres para emitir su opinión. También le pasó a Pepe Mel y a otros entrenadores", afirmó en la rueda de prensa posterior al encuentro.
"Es una lástima. La idea era de que disfrutáramos jugando aquí. Se está poniendo complicado jugar en casa. No hay otra que mirar hacia adelante. Soy como soy y si me tengo que ir, prefiero que sea como un hombre honesto y no falso", añadió.
El uruguayo también explicó los motivos por los que no salió de su banquillo durante toda la segunda mitad, mientras desde la grada los cánticos instaban al entrenador a marcharse. Para el ex jugador, lo importante era que sus pupilos "jugaran" y "no estuvieran pendientes" de él.
"Queríamos que jugaran, que los futbolistas no estuvieran pendientes de mí. Pensé que era un momento clave para que ellos jugaran", respondió.
Por último, el bético reconoció las "malas sensaciones" del equipo y afirmó concentrar sus esfuerzos en buscar una solución que no reside en la presencia en el once de Dani Ceballos, del que afirmó considerar que "no debe jugar".
"Las sensaciones son malas, pero prefiero ver las razones de la derrota e intentar solucionarlo", comentó. "Son decisiones que tengo que tomar yo. Respeto la opinión de los demás, pero yo considero que Ceballos no debe jugar", finalizó.