MADRID, 15 DE NOVIEMBRE (EDIZIONES)
Hay jugadores que pasan por ser importantes en sus clubes y pasan a la historia como un ídolo para su afición. Pero hay ciertos jugadores que trascienden sus clubes y pasan a la historia del fútbol mundial. Son unos pocos. Muy pocos. Esos jugadores pasan a ser mitos. Y no solo ellos, sino que curiosamente, también el número que han llevado a la espalda. Es el caso del 10 y Maradona, que es el 10 del mundo. Pues así ocurre con Raúl y el 7. Un 7 para la historia del fútbol mundial.
Siempre se dice lo mismo de Raúl. Si uno compara las habilidades del madrileño con Ronaldo, Zidane, Laudrup...Con los jugadores más “top”, Raúl, sobre el papel, siempre salía perdiendo. Porque no era el más rápido. Porque no era el que más calidad atesoraba. Porque no era quien mejor regateaba. Porque no era quien mejor... Pero cuando salía al campo demostraba que, aunque eso pudiera ser cierto, él era el mejor de todos. Y es que lo era.
A pesar de que tuvo que luchar el puesto con los mejores delanteros del mundo, Raúl siempre fue indiscutible. Llegó Ronaldo “El Fenómeno” Nazario Da Lima, uno de los mejores delanteros que ha dado la historia del fútbol. Y Raúl siguió jugando. Llegó Van Nistelrooy, y lo mismo. Con cualquier nuevo fichaje galáctico y ningún entrenador dejó de contar con él partido tras partido. En el Real Madrid, o en el Schalke, el Al Saad o el Cosmos. Raúl siempre titular. Siempre con el 7.
Siempre estaba en su sitio. Siempre atento a cualquier despiste del rival. Siempre compitiendo, hasta el último segundo de todos y cada uno de los partidos que ha jugado. Sin rendirse nunca. Con garra, lucha y orgullo. Dando todo lo que tenía en cada segundo. Eso es la excelencia. De ahí que Raúl fuera tan bueno. Porque era excelente.
Este domingo será su último partido y definitivamente cuelga las botas. Así, se convierte, oficialmente, en una leyenda del fútbol. Él y su 7. Porque él ha sido capaz de trascender incluso el fútbol, ya que ha sido un ejemplo, no solo de futbolista, sino también, de deportista. En él se ven reflejados los valores más puros del deporte: superación, constancia, trabajo, respeto a los demás, esfuerzo, trabajo en equipo... Y estos son pocos también los que lo hacen.
Deja los terrenos de juego un fenómeno mundial. Se retira el 7 del Real Madrid, del Schalke, del Al Saad, y del Cosmos. Se retira el 7 de España. Se retira el 7 del mundo entero. Puede hacerlo con un título más en su extensa saca donde guarda todas las copas. Esperemos que cuelgue las botas, al menos con una alegría. Aunque será un momento triste.
Es cierto que a todos los futbolistas les llega la hora del retiro. Llega un momento que su carrera profesional no da para más, al menos como futbolista profesional que está en la élite de este deporte. Por eso ha llegado la hora del adiós. Raúl, como siempre, ha dado todo lo que tenía que dar. Se ha vaciado y no se ha dejado nada. Muchas gracias. Por todo.
Dicen que los futbolistas no pueden jugar por siempre, pero Raúl, es eterno.