MADRID, 11 Ago. (EUROPA PRESS) -
El Real Madrid afronta una nueva temporada de LaLiga Santander en la que tendrá el objetivo de repetir título, algo que no consigue desde la 2007-2008, aunque ahora con el meritorio aval del doblete del curso pasado, que mantiene al alza la confianza y la seguridad de los blancos después de una pretemporada algo discreta aunque de menos a más, y solo con las incorporaciones de Antonio Rüdiger y Aurelien Tchouameni.
En contra de muchas predicciones antes del inicio de la temporada pasada, el Real Madrid fue el equipo más contundente y vistoso del continente. Sus remontadas en Europa y su regularidad en la Liga fueron más que suficientes para completar un curso extraordinario que mejoró el listón que en el propio club seguramente imaginaron.
En la capital disfrutaron del mejor Karim Benzema -44 goles en 46 partidos con 34 años-, en un equipo sin miedos ni ataduras capaz de gozar de una segunda juventud a Luka Modric y del desparpajo y valentía de Vinicius, que explotó definitivamente, y un Rodrygo que dio un paso adelante.
Una temporada inolvidable para una plantilla que en esta 2022-2023 tendrá el complicado objetivo de mantener, o incluso mejorar, el nivel mostrado el curso pasado. Y eso pasa por defender título y ser campeón dos cursos consecutivos, una empresa que se le suele resistir al club blanco. De hecho, no lo consigue desde la 2007-2008, cuando revalidó con Bernd Schuster la corona conquistada en 2006-2007 con Fabio Capello.
Pero el aura que ahora rodea al equipo y el nivel de plantilla no se parecen en casi nada a esa época del club blanco, regañado con la Champions por aquel entonces y con el gen ganador algo apagado. Tras la euforia del año pasado, se ha instalado en la entidad el optimismo y la confianza en un grupo de jugadores que no parece perder el hambre, aupados por la rebeldía y las ganas de los más jóvenes.
Y que esa actitud no provoque un exceso de relajación y una disminución de la exigencia será una de las principales labores de Carlo Ancelotti, que ya ha demostrado con creces lo bien que puede gestionar los roles en un vestuario, pero al que sus segundas temporadas se le atragantan, por lo que los madridistas empiezan este curso con ese temor preocupante.
EL CALENDARIO, RIVAL PELIGROSO PARA EL REAL MADRID
Durante su primera etapa en la entidad de Chamartín, el italiano logró la ansiada décima Copa de Europa y la Copa del Rey en su primer año al frente del banquillo. Sin embargo, tras lograr que el Real Madrid jugara un fútbol vistoso en el primer tramo de su segunda campaña, en el segundo tercio se desinfló, cerrando el curso en blanco. Así, otro desafío será mantener el listón físico durante una temporada 2022-2023 que estará repleta de partidos, además con Mundial de Catar a finales de 2022.
De esta manera, el calendario, más cargado de lo habitual, podría ser uno de los grandes rivales del equipo blanco, con hasta siete futbolistas de su presumible equipo titular con 30 años o más. Antonio Pintus, preparador físico, deberá estructurar de manera milimétrica el curso de los blancos para llegar hasta los meses claves de marzo, abril y mayo con las baterías lo suficientemente cargadas.
Y es que el Real Madrid encara una temporada en la que jugará hasta seis competiciones distintas -Supercopa de Europa, Liga, Copa del Rey, Champions, Supercopa de España y Mundialito-, por lo que podría superar fácilmente los 60 partidos.
Por ello, ha sido crucial el trabajo de pretemporada, donde fue de menos a más en su gira por Estados Unidos, algo discreta y sin grandes exhibiciones, que inició ante el FC Barcelona en el Clásico de Las Vegas perdiendo (0-1). Mejoró su imagen ante el Club América pese al empate (2-2), pero cerró de la mejor manera y con victoria (2-0) frente a la Juventus. Y antes de iniciar el asalto liguero ya ha colocado en su vitrina de trofeos la Supercopa de Europa al batir al Eintracht alemán con solvencia (2-0).
RÜDIGER Y TCHOUAMENI PARA AMPLIAR EL ABANICO DE ANCELOTTI
La pretemporada ha evidenciado que el técnico sigue confiando en el bloque que le permitió volver a ser campeón de Europa, por lo que su equipo titular no cambiara en prácticamente nada. Así, volverán a ser claves la veteranía de Benzema y el eje Casemiro-Kross-Modric, como base de un equipo que necesitará, de nuevo, de los destellos de un Vinicius enchufado, las paradas de un Courtois vital, la seguridad que aportó por momentos la pareja Militao-Alaba y el trabajo incansable de Valverde. Por ello, no se avecinan revoluciones ni experimentos extraños esta nueva temporada, aunque sí una mayor posibilidad de rotar.
El club blanco sigue mejorando su fondo de armario. Antonio Rüdiger y Aurelien Tchouameni son las dos únicas incorporaciones del Real Madrid para la próxima campaña, después de la negativa de Kylian Mbappé, que finalmente prefirió seguir en París. El central, que aporta competencia y fortaleza física en una zaga muy completa, y el centrocampista, sustituto natural de Casemiro, aumentan las alternativas para el técnico italiano, que ya quedó satisfecho con los minutos de Camavinga, Rodrygo o Valverde.
Estos últimos parecen estar preparados para dar un paso más y tener más protagonismo, ya que vienen empujando fuertes desde atrás, dispuestos a ser el futuro, pero también el presente, del equipo blanco, que confía y mucho en su potencial para ser el motor del 'nuevo' Real Madrid que se está empezando a cocinar, teniendo en cuenta la política de fichajes del la entidad.
ANCELOTTI Y SU CONFIANZA EN EL 'ONCE' DEL DOBLETE
En la plantilla ya no estarán tres habituales del Real Madrid en los últimos años; los tres no renovaron sus respectivos contratos. Marcelo, Gareth Bale e Isco dijeron adiós a sus etapas en el club blanco, todas ellas marcadas por los títulos, sobre todo la del brasileño, aunque con una última campaña sin apenas protagonismo.
También han salido de la entidad Luka Jovic, rumbo a la Fiorentina; Takefusa Kubo, que jugará en la Real Sociedad; el canterano Víctor Chust, nuevo jugador del Cádiz, y Borja Mayoral, que buscará suerte en el Getafe. Además, Mariano, Ceballos o Asensio podrían estar en la rampa de salida.
Con este bloque y la seguridad del campeón, el Real Madrid busca alargar la regularidad del curso pasado -lideró la clasificación durante 32 jornadas-, y hacer buena su mejoría en el campeonato liguero en los últimos años.